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Escucha activa ¿Qué es y por qué es tan importante?

Escucha activa ¿Qué es y por qué es tan importante?
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Todos hemos caído alguna vez en la tentación de ignorar en algún momento lo que alguien nos está contando y mientras tanto nos hemos puesto a pensar en otra cosa, y es que a veces es inevitable. En cualquier caso mientras se haga de forma ocasional y no afecte a una conversación importante no incurrimos en nada grave pero la cosa cambia si tenemos esta “manía” y estamos en un entorno de trabajo.

Conscientes de lo extendido de esta práctica entre buen parte de la población ha surgido un concepto que implica numerosos beneficios, como es el de “escucha activa”. Y es que esta técnica engloba una serie de trucos y métodos que hacen que prestemos atención siempre que sea necesario sin caer en nuestros pensamientos.

Pero, ¿qué es la escucha activa?

La escucha activa se podría definir como una técnica en la comunicación humana que se utiliza para definir una serie de comportamientos y actitudes que preparan al receptor de un mensaje a escuchar y a lograr una mayor concentración para ofrecer respuestas meditadas y acordes al mensaje recibido.

Es decir, es el conjunto de actuaciones que realizamos para comprender el mensaje de la mejor forma posible para ofrecer respuestas constructivas y con fundamento.

¿Cuáles son las ventajas de la escucha activa en el ámbito empresarial?

La escucha activa puede traer a cualquier negocio en el que se aplique numerosas ventajas, y es que es algo de lo que se beneficia todo el mundo, desde los jefes a los empleados de rangos más bajos. Algunas de las ventajas más interesantes son las siguientes:

  • Mayor eficiencia: practicar la escucha activa de forma permanente ayudar a mejorar la eficiencia de los empleados en su puesto de trabajo, y es que si todo el mundo percibe de manera clara el mensaje que se le traslada estará en mejores condiciones de llevar a cabo la tarea encomendada.
  • Mejor ambiente laboral: un jefe que practica la escucha activa con un subordinado al escuchar su opinión o su punto de vista sobre cualquier tema se va a percibir como un jefe atento y cercano, algo que sin duda va a mejorar el ambiente de trabajo y las relaciones profesionales dentro de la oficina.
  • Incremento de la rentabilidad: aunque parezca un poco extraño vincular la escucha activa con la rentabilidad de una empresa está demostrado que tiene efectos positivos. Y es que allí donde fluye de mejor forma la comunicación se generan más sinergias que favorecen la productividad y por tanto los resultados empresariales.

Ahora que ya conoces sus ventajas seguro que estás deseando empezar a practicar la escucha activa en tu negocio, así que a continuación os mostramos las claves para ponerla en práctica.

¿Cómo practicar la escucha activa?

Para practicar la escucha activa y conseguir buenos resultados hay que seguir los pasos que se indican a continuación:

Concentración

Lo primero que hay que hacer para poner en práctica la escucha activa es concentrarse en lo que la otra persona está contando dejando la mente en blanco y olvidándose de cualquier otra tarea que tengamos pendientes de hacer, ya sean reuniones programadas o la presentación de un informe ante los jefes.

Quedarse sin dudas

La conversación no puede finalizar sin que te haya quedado claro hasta el último punto del mensaje de la otra persona. Por tanto es conveniente preguntar si se tienen dudas o si algún concepto no ha quedado lo suficientemente claro. Solo así podremos responder de forma válida proporcionado un feedback de calidad.

Evitar convertirse en protagonista

Suele ocurrir en muchas personas que cuando alguien se acerca a transmitirle un mensaje intentan hacerse dueños de la conversación y al final terminan hablando de todo menos de lo que esa persona venía a contar. Para practicar la escucha activa debemos evitar caer en estos comportamientos y escuchar de forma atenta lo que la otra persona quiere decir. Evitar expresiones como “a mí también me ocurre eso” “yo en tu lugar haría otra cosa” o frases para dar opinión como “yo pienso que…” “yo creo que…” etc.

Tener la mente preparada

Para practicar la escucha activa con alguien que quiere transmitir un mensaje es necesario relajar la mente y respirar de forma profunda borrando cualquier idea que se nos esté pasando en ese momento. Una vez tengamos el cerebro listo para escuchar pondremos toda la atención en lo que la otra persona está contando.

Demostrar atención

Hay que demostrar a la otra persona que se está practicando una escucha activa utilizando ciertas palabras o gestos de lenguaje corporal que le ayudarán a seguir transmitiendo su mensaje. Palabras como “claro”, “vale”, “de acuerdo” o gestos como asentir con la cabeza mirando a los ojos son elementos clave para demostrar que se está escuchando a la otra persona.

Siguiendo estos trucos y cambiando el chip podemos practicar la escucha activa y así mejorar la comunicación y el entendimiento en la empresa.