Agárrate que vienen curvas
Como canta el afamado Sabina, este país anda últimamente entre la dosis y la sobredosis de noticias políticas que, como todos sabemos, tarde o temprano, tienen notables consecuencias económicas.
No seré yo el que analice los cambios políticos que se están produciendo ya que creo que no sería el lugar adecuado, pero en cuanto a las medidas que se van a implementar para buscar un notable incremento de los ingresos fiscales a fin de poder sustentar el considerable aumento de gasto que se avecina, tengo mi opinión particular que trataré de trasladarles.
Todos sabemos que, en la última década, nuestro país ha sufrido un déficit endémico que ha tenido que ir reduciendo y mejorando año tras año, controlado hasta el más mínimo detalle por los llamados hombres de negro, procedentes de Bruselas.
Han sido años duros con un tremendo sacrificio de todos los españoles, en muchas y delicadas materias, y a pesar de que se adivina la salida a tan largo túnel, el ajuste ha sido desigual y no ha llovido a gusto de todos.
Decía Napoleón, que "aquel que no conoce su historia, está condenado a repetirla". Y mucho me temo que debido a los diferentes planes y leyes de educación con las que nos han obsequiado en las últimas legislaturas los diferentes gobiernos de este país, la asignatura de historia no es una de las punteras en nuestros centros de enseñanza, ni siquiera, entre las lecturas de nuestros políticos.
Cuando la economía crecía en nuestro país a unos niveles muy favorables a mediados de la anterior década, no se activaron los mecanismos necesarios para nadar y guardar la ropa y, sin embargo, como los números eran buenos, se acometió una tremenda inversión en partidas no sólo sociales, sino de muy diversa índole y singular calado.
El resultado como bien sabemos la mayoría de los españoles de a pie, fue desastroso, ya que además de endeudarnos, nos hipotecamos hasta límites insospechados, alcanzando el déficit público niveles negativos de 2 cifras, algo insólito en nuestra historia reciente.
No seré yo el que defienda el inmovilismo en muchas materias del recién relevado gobierno popular, pero en cuanto a la economía y el mercado de empleo, se han adoptado medidas que han resuelto muchos problemas, y que además han permitido cierta estabilidad de los mercados y una notable sensación de mejoría del bienestar social.
Pero dado que la aritmética de nuestro congreso es caprichosa, de golpe y plumazo nos hemos encontrado con un cambio de gobierno y de tendencia política auspiciado por alianzas que sólo tendrían cabida en algunos libros de ciencia ficción.
Sea lo que fuere, tenemos que tentarnos la ropa y estar preparados para el complicado camino que se avecina con tal de recaudar fondos para pagar la enorme factura que supone el notable incremento del gasto al que se ha comprometido este nuevo gobierno en base a sus pactos y a sus criterios, totalmente diferentes a los del anterior ejecutivo.
Decía nuestra actual Vicepresidenta del Gobierno hace unos cuantos años, que el dinero público no es de nadie. Puede ser cierto, pero lo que está claro es que sale del bolsillo de todos los contribuyentes.
Desgraciadamente, el contribuyente, en especial el pequeño empresario o autónomo, está un poco harto de que siempre le toque a los mismos. Y prueba de ello, las fuentes de ingreso que se barajan por parte de nuestro ejecutivo:
Como ciudadano de a pie, creo que nos volvemos a meter en la boca del lobo, y que la economía que marchaba viento en popa, se retraerá mas pronto que tarde. Vamos a pagar un alto peaje de este parto político apocalíptico que nadie se esperaba.
Pero como profesional de la materia tributaria, me quedan enormes dudas sobre los importes que se pretenden recaudar en cada una de las partidas mencionadas, por no mentar el enorme malestar que generan algunas de las medidas que más que gravar a las clases pudientes de nuestra sociedad, atacan al tejido empresarial y autónomos sin miramientos.
Para terminar y como corolario, nuestro sabio refranero también nos recuerda que: "quien siembra vientos, recoge tempestades".
Así que solo nos queda esperar acontecimientos y disfrutar del próximo período vacacional que nos aguarda.
Les espero a la vuelta de las vacaciones. Disfruten porque seguro que se las han ganado.
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