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Competencia

por Software DELSOL

Bajo la perspectiva económica, la competencia es un concepto muy importante a la hora de establecer relaciones comerciales entre los diferentes agentes económicos, sobre todo en los mercados actuales, donde las empresas privadas juegan un papel tan importante y mayoritario en la creación de empleo y generación de riqueza.

Qué es la competencia; definición y tipos

La competencia hace referencia a aquella situación en la que, dentro de un mercado, están presentes ciertos compradores (que buscan satisfacer sus necesidades) y vendedores (que intentan maximizar sus beneficios). En esta situación, los vendedores ofertan productos y servicios a los compradores, y esta relación entre oferta y demanda determina el precio de estos productos y/o servicios. Cuando hablamos de una “empresa competitiva”, nos referimos a la capacidad que tiene esta organización para soportar la competencia y generar rentabilidad y beneficios dentro del mercado en el que participa.

Siguiendo este concepto, dentro de la definición de competencia podemos distinguir dos tipos diferenciados:

  1. Competencia perfecta. Es la situación en la que ninguno de los agentes participantes (vendedores y compradores) tienen el poder de influir en el precio de la oferta. Es un concepto muy lejano de la realidad, ya que los productos y servicios deben ser homogéneos y, tanto consumidores como productores y vendedores, deben aceptar el precio que marca la ley de oferta y demanda.
  2. Competencia imperfecta. Este supuesto lo encontramos, prácticamente, en todos los mercados reales, y se caracteriza porque los agentes económicos si tienen la posibilidad de ejercer presiones sobre el precio de los productos y servicios. En función de los mercados y el tipo de producto o servicio que se oferta en ellos, en la práctica podemos diferenciar, también, distintos tipos de competencia imperfecta.

Tipos de competencia imperfecta

  • Oligopsonio. Presenta un mercado caracterizado por tener pocos demandantes, aunque la cantidad de oferentes pueda ser elevada. Al haber pocos compradores, son estos los que poseen el control sobre los precios, y los productos y servicios ofrecidos en este tipo de mercados acostumbran a ser homogéneos. Un buen ejemplo lo podemos encontrar en las empresas que fabrican aviones, barcos (de transporte de pasajeros) o submarinos.
  • Monopsonio. La situación es bastante parecida a la del oligopsonio, con la gran diferencia de que, en este caso, existe un único demandante, que tiene un control completo frente al precio y las condiciones de compra-venta. El ejemplo más evidente lo podemos encontrar en la industria de armamento militar, donde el único consumidor es el Estado.
  • Competencia monopolística. En ella existen muchos productores ofreciendo productos y servicios en el mercado, y ninguno de ellos tiene la capacidad o el poder suficiente para controlar y dominar frente al resto. Existe libertad de entrada y salida para estas empresas, que ofrecen productos y servicios diferenciados en diferentes aspectos.
  • Monopolio. En el monopolio solo existe un oferente, que proporciona de manera exclusiva los productos y/o servicios en cuestión, teniendo este un grado total de control sobre los precios y las condiciones. Esta empresa domina totalmente el mercado de oferta, y no existen sustitutos posibles para los ciudadanos que deseen adquirir su producto o servicio. Un ejemplo pueden ser las empresas que suministran la energía eléctrica para un país.
  • Oligopolio. Existen muy pocas empresas oferentes, y estas tienen el poder suficiente como para influir en las condiciones y el precio de mercado. Su poder no es tan elevado como en un monopolio, ya que existe cierta competencia entre las compañías participantes. Aquí, el producto puede ser diferenciado (fábricas de vehículos) o no diferenciados (gasolina).

Factores que influyen en el nivel de competencia

Para medir el nivel de competencia dentro de un mercado, existen bastantes factores que influyen directamente a los agentes participantes en el mismo:

  • Número y diversidad de competidores. Cuanto mayor sean ambos factores, más competencia existirá en el mercado.
  • Barreras de entrada y salida. Si estas son grandes, las empresas tendrán menos incentivos para entrar al mercado en cuestión.
  • Estado del mercado. La situación actual del mercado también es clave para determinar la competencia (una industria en declive no tiene el mismo atractivo que una en crecimiento).
  • Capacidad productiva. A mayor capacidad de producción de las empresas, más competitividad existirá para abarcar una mayor parte del mercado.
  • Situación del tejido empresarial. La propia situación de las empresas también afecta a la competencia. Si nos encontramos en una situación de recesión, donde los costes de las compañías son elevados y los ingresos descienden, la producción disminuye y se reduce el nivel de competencia.
  • Presión y normativa fiscal. Si los impuestos en un sector determinado son muy elevados o los costes de entrada muy importantes, menos empresas competirán en ese mercado.

En los mercados actuales, donde el sector privado juega un papel muy importante y existen miles y miles de empresas y negocios emergentes, la competencia es fundamental para el desarrollo y el mantenimiento de la economía.

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