Dentro de los distintos modelos de negocio que existen en el mercado, el franchising es uno de los más atractivos por los numerosos beneficios que otorga. Consiste en comercializar productos o servicios que una empresa ofrece, bajo unas condiciones que marca dicha empresa. Por el derecho a vender estos productos, el franquiciado debe pagar un derecho inicial, y unas cuotas mensuales al franquiciante.
Aunque las condiciones de las franquicias suelen ser bastante exigentes y restrictivas con los franquiciados, las múltiples ventajas que aporta este modelo de negocio lo convierten en uno de los más utilizados a la hora de afrontar proyectos empresariales.
En este modelo de negocio, una empresa de éxito ofrece a un empresario u otra empresa, la posibilidad de continuar con el mismo bajo unas ciertas condiciones. Estas condiciones garantizan que el modelo de negocio siga dentro de las pautas que le han llevado al éxito, como los productos, la atención al cliente, la marca, y muchos otros elementos relacionados.
En el franchising interviene el franquiciante y el franquiciado, fijando unas condiciones de negocio durante un periodo de tiempo limitado. Todo esto se recoge en un contrato de franquicia que rige cómo se llevará a cabo esta relación comercial.
El franquiciante es una empresa que cuenta con un modelo de negocio bien definido y exitoso, que lo pone a disposición de los franquiciados bajo una serie de condiciones marcadas por él. A cambio, recibe un canon inicial y unos ingresos mensuales.
El franquiciado es una persona física o jurídica que llega a un acuerdo con un franquiciante para explotar su modelo de negocio bajo unas condiciones, abonando un canon inicial por el derecho a hacerlo, más pagos mensuales por la explotación.
El contrato de franquicia es un documento donde se recogen todas las condiciones del franchising. En ella se relatan todas las obligaciones y normas que debe cumplir el franquiciado a la hora de explotar el negocio del franquiciante.
En este contrato también se recogen los tipos de pago que debe realizarse, así como la duración del contrato de franquicia (habitualmente, el franchising suele realizarse por periodos de 5 años). También se pueden recoger cláusulas de renovación del contrato por objetivos.
El franchising es una forma de hacer negocios que beneficia tanto al franquiciador como al franquiciado.
Las ventajas de ambos en este tipo de contratos de negocio son:
El franquiciante suele utilizar el franchising como estrategia de expansión y diversificación sin tener que afrontar grandes riesgos ni realizar fuertes inversiones. Los principales beneficios que obtiene son:
El franquiciado debe afrontar una gran inversión para poder acceder a un negocio de franchising. A pesar del elevado coste son muchos los beneficios que obtiene, convirtiendo este modelo en muy atractivo y rentable:
El franchising es un modelo de negocio que ofrecen empresas con un alto nivel de éxito en el mercado, con el objetivo de expandir su negocio sin necesidad de invertir dinero o asumir riesgos.
El franquiciado tiene una gran oportunidad de negocio al acceder a un contrato de franquicia, asegurándose desde el primer día la obtención de ingresos al trabajar con una marca afianzada en el mercado dentro de un modelo de negocio que ya ha demostrado su solvencia.
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