Todos, en algún momento de nuestra vida personal o profesional, hemos redactado o consultado un informe para obtener o trasladar información relevante sobre determinadas cuestiones. Pese a que puede parecer un concepto bastante obvio, es importante conocer la definición, la estructura y los tipos de informe.
Denominamos informe a todo aquel documento cuyo objetivo consiste en transmitir información sobre uno o varios temas, la cual ha sido tratada y analizada previamente en función de ciertos criterios. El autor de un informe es la persona encargada de recopilar y estudiar los datos, con el fin de verificarlos y garantizar una información fiable para el lector.
Los informes tienen un carácter informativo, y su tipología es bastante amplia, puesto que no existe ningún tipo de normativa globalizada que reglamente su estructura. Cada individuo puede redactar un informe en función de sus necesidades y conocimientos, adaptando y transmitiendo la información con total libertad.
Un buen informe se caracteriza por haberse desarrollado con una planificación previa, donde se tenga en cuenta el tipo de lector al que se va a dirigir, el contenido a incluir y las fuentes de información a utilizar. La redacción y la presentación del contenido son puntos clave para que el documento sea profesional y eficaz.
Por otro lado, los gráficos y las imágenes pueden servir de gran ayuda para complementar y dinamizar el contenido. Además, la revisión de la bibliografía y de la propia redacción del documento son elementos diferenciales para garantizar que la información a transmitir sea veraz, fiable y útil para el lector.
Como hemos visto anteriormente, no existe ningún tipo de norma que regule algún tipo de estructura obligatoria que deban seguir los informes a la hora de desarrollarse. Sin embargo, podemos identificar tres fases imprescindibles en cada uno de ellos, así como otros apartados que pueden ser de gran ayuda en ciertos casos. Veamos las tres etapas que todo informe debería tener:
Como complemento a estas tres fases, podemos incorporar otras que harán del informe un documento mucho más completo:
Realmente, cada individuo puede enmarcar sus informes dentro de la tipología que desee, puesto que estos documentos pueden tener diversos orígenes u objetivos. Sin embargo, podemos utilizar tres clasificaciones bastante generales para identificar los tipos de informe.
El informe es, sin duda alguna, uno de los tipos de documento más utilizados en el día a día, dentro de la sociedad actual. Por ello, es importante conocer su tipología y su estructura, con el fin de que interpretarlos y desarrollarlos se convierta en una tarea mucho más sencilla.
Geolit, Parque Científico y Tecnológico
Edificio Software DELSOL · 23620
Mengíbar · Jaén
Centralita: 953 22 79 33
Comercial: 953 21 41 00