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Descentralización

por Software DELSOL

La descentralización es el concepto que en política y economía alude a la dispersión o parcelación de poderes dentro de una empresa, organización o país. El poder no se asume de forma centralizada, sino que distribuye y ejerce desde diferentes instancias: regiones, estados o comunidades autónomas, en el caso de las naciones, o centros de directivos y de mando en las empresas y otras organizaciones.

El motivo de la descentralización es acercar la toma de decisiones a un territorio concreto o a un determinado área funcional.

La descentralización es lo contrario a la centralización. En una organización descentralizada,  la cantidad de poder que se puede ejercer por una misma persona o unidad es menor que cuando todo el poder está concentrado en una instancia superior. El poder se comparte en aras de la racionalización y eficacia.

La descentralización en la empresa

La descentralización en la empresa se produce en empresas que tienen gran tamaño y que operan en diferentes mercados geográficos o que tienen una pluralidad de actividades diferentes. Pensemos en una multinacional como automovilística que fabrica y vende coches por todo el mundo. Las filiales nacionales de esas compañías actúan con un amplio nivel de autonomía, hasta el punto de que pueden producir modelos de coches diferentes que se comercializan en unos países pero no en otros, como Ford, por ejemplo.

La descentralización por motivos geográficos y de mercados implica que cada unidad territorial de la compañía tenga su propio presidente y equipo directivo, que tiene un amplio margen para la toma de decisiones. Legalmente, incluso se constituye una sociedad mercantil diferente que actúa bajo la legislación del país en el que se ubica.

En empresas grandes de ámbito nacional, la descentralización viene con la creación de delegaciones territoriales, bien sean provinciales o regionales, que tienen al frente un gerente o director territorial con amplias competencias para tomar decisiones en su territorio.

También existe descentralización por razones de especialización en las áreas de organización. Las compañías grandes suelen tener un organigrama complejo. Existe un director general, pero por debajo de él se sitúan directores especializados es su correspondiente área de gestión: producción, ventas, administración, financiera, marketing, recursos humanos, etc. De esta forma se descentraliza el poder. El director general o CEO asume un papel de máxima representación y de coordinación, pero no ejerce todo el poder. Parte de la autoridad se hace recaer sobre esos subdirectores para que puedan tomar las decisiones más adecuadas para su área de gestión.

Ventajas de la descentralización

Si todo el poder se ejerce desde una sola persona o desde un centro de dirección único, existen muchas posibilidades de cometer graves errores, porque muy pocas personas estarían tomando decisiones que afectan a una estructura muy compleja, porque está asentada en diferentes territorios o porque realiza actividades muy diferentes. Volvemos al ejemplo de nuestra multinacional automovilística. Los consumidores españoles son muy diferentes a los norteamericanos. Tienen gustos y necesidades específicas que conocen mejor los que están más cerca de ellos.

Por otro lado, en la cuestión de la especialización en el trabajo, pensemos que los ingenieros de una fábrica tuviesen que tomar las decisiones financieras o de marketing. Es imposible que una sola persona acumule todos los conocimientos y experiencias necesarias para gestionar una gran empresa. En estos casos, la descentralización supone que se sitúe al frente de cada departamento a la persona más preparada para el mismo.

La descentralización territorial también sirve para adoptar decisiones de una forma más ágil. Si existe una crisis en un determinado mercado, la delegación local estará más capacitada para actuar que la que está a miles de kilómetros. Las unidades territoriales también pueden servir como cortafuegos en tiempos de crisis. Se pueden tomar decisiones estratégicas en función de cada mercado. Incluso la matriz de la compañía puede decidir cerrar una delegación o filial que no funcione bien, pero mantener otras abiertas.

Con la descentralización, también se produce una competencia interna que puede ser interesante para el conjunto de la organización. En el afán por hacerlo mejor y rendir mejores cuentas a la central, las delegaciones se esfuerzan más, y esas buenas prácticas y experiencias adquiridas se pueden replicar a nivel global. También pueden aprender unas de los errores de otras.

Tipos de descentralización

La descentralización se puede tipificar de diferentes formas. A continuación, detallamos la que tiene mayor consenso en la literatura económica:

Descentralización horizontal

La descentralización recae sobre unidades de poder que tienen el mismo nivel jerárquico: el director general cede poder a los subdirectores de áreas, pero estos tienen el mismo nivel en el organigrama (marketing, producción, administración, etc.).

Descentralización vertical

El poder se delega en personas o unidades de dirección que tienen un nivel jerárquico inferior. El clásico ejemplo sería el esquema director, subdirector, jefe de departamento.

Descentralización territorial

El poder se ejerce desde la unidad territorial concreta: delegación local, provincial, regional...

Descentralización funcional

La descentralización se produce con respecto a la especialización en el trabajo. Cada área de la empresa tiene sus propios cometidos.

La descentralización es una forma de organizar racionalmente una empresa compleja por su tamaño, actividad o presencia en diferentes mercados. Gracias a la descentralización, se comparte la responsabilidad y se asegura que la decisión se toma en el lugar y por la persona adecuada.

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