Cuando hablamos de tipos de empresa, estamos realizando una clasificación de la misma según distintas variables que le afectan directamente. En principio, hay miles y miles de formas de clasificar una empresa, ya que podríamos hacerlo con cualquier cosa que forme parte de ella. Sin embargo, a la hora de realizar una clasificación útil que pueda servir para estudiar aspectos importantes de la empresa, hay que valorar cuáles son las variables con más relevancia dentro de la estructura de la misma.
Por ejemplo, si queremos estudiar la facturación de nuestra empresa y compararla con el resto del sector, sería lógico reunir datos sobre las cuentas de resultados de cada compañía y ponerlas en común. Una vez hecho, podríamos dividirlas en varios grupos, estableciendo rangos que dependan de su facturación, para así saber en qué parte nos encontramos nosotros y dónde se encuentra el resto de la competencia.
La Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE) se encarga de clasificar a todas las empresas, asignando un código numérico según las actividades que desarrollen.
La clasificación se puede utilizar para medir el grado de desarrollo de un determinado país. En los menos avanzados, por ejemplo, lo que predomina es el sector primario. Cuanta más desarrollada esté la región, más desarrollado tendrá su sector terciario.
Una empresa es familiar si la mayoría de la propiedad de su empresa (más del 50%) pertenece a una o más familias, donde alguno de los miembros participa también en la gestión de la misma.
En una empresa familiar coinciden tres núcleos: la familia, la propiedad y los directivos y trabajadores. En cada uno de ellos existen diferentes objetivos, y la complejidad está en gestionar los tiempos y los intereses de la familia, es decir, saber pensar en el futuro empresarial mientras tienes en cuenta las opiniones de la familia.
Una empresa privada puede convertirse en pública, al igual que una pública se puede privatizar. El paso de una empresa pública a privada, se conoce como privatización (cuando deja de ser pública totalmente o una parte de ella). Un claro ejemplo de empresa privatizada es AENA, la cual era 100% pública pero terminó privatizando una parte. Una empresa privada se puede convertir en pública cuando la compra una administración pública, este caso se llama nacionalización.
Cuando las empresas son públicas, hay una sociedad que es la encargada de gestionarlas: la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). Son propiedad del Estado, y su misión es rentabilizar las participaciones empresariales y enfocar las actividades al interés público. De esta forma, la gestión del SEPI debe aunar la rentabilidad económica y social.
La clasificación de empresa por tipos permite a los directivos organizar la estructura de su compañía y analizar la competencia, así como facilita a los ciudadanos la búsqueda de información relevante sobre cualquier negocio.
Geolit, Parque Científico y Tecnológico
Edificio Software DELSOL · 23620
Mengíbar · Jaén
Centralita: 953 22 79 33
Comercial: 953 21 41 00