Un cheque (término derivado del inglés “check”) es un documento contable por el cual su titular o alguien autorizado para reintegrar dinero de una cuenta (librador), autoriza a otra persona (beneficiaria) a retirar una determinada cantidad de dinero de su cuenta. En el cheque viene expresada la cantidad a retirar, sin necesidad de que el titular de la cuenta esté presente en ese momento, así como la entidad bancaria (librado) a la que se ordena pagar esa cantidad al beneficiario.
El cheque cruzado es una de las muchas clases de cheque que existen en el tráfico mercantil y se trata de un título cambiario cuya virtualidad reside en servir de medio de pago exclusivamente mediante el ingreso en la cuenta del beneficiario del importe que refleja. Podemos decir, que la finalidad del cheque cruzado es precisamente impedir que sea cobrado por el beneficiario en metálico, salvo que el tenedor beneficiario del cheque sea también cliente de la entidad bancaria librada.
El cruzamiento de los cheques es una práctica de origen inglés y tiene la característica fundamental de ofrecer seguridad a la persona que lo libra (el librador) para el caso de robo o extravío, en el sentido de que, como veremos a continuación, obliga siempre a la entidad pagadora (al librado), a identificar legalmente a la persona que lo cobra (el beneficiario).
La regulación legal del cheque cruzado la encontramos en la Ley Cambiaria y del Cheque, en sus arts. 143 y 144.
Reconocer un cheque cruzado es sencillo, pues este presentará en su anverso dos barras paralelas que “cruzan” en diagonal de un extremo a otro. Estas barras además de indicar que el importe del cheque debe ser abonado en cuenta obligatoriamente, indican también que la persona que cobra el cheque debe ser identificada, de esta forma se dificulta el cobro en caso de robo o pérdida.
Existen dos tipos de cheque cruzado:
El cheque cruzado general se puede convertir en cheque cruzado especial pero nunca a la inversa.
Interesa destacar que no hay que confundir el cheque cruzado (general o especial) con el cheque “para ingreso en cuenta”, ya que aunque ambos tipos de cheque solo admiten el pago mediante ingreso en cuenta y no en metálico, únicamente el cheque cruzado cabe endosarlo a un tercero.
Para emitir un cheque cruzado debemos tener en cuenta las siguientes consideraciones:
La práctica de utilizar cheques cruzados está muy extendida, hasta el punto de que podemos encontrarnos con talonarios de cheques que ya llevan incorporadas las barras paralelas.
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