La investigación de las diferentes tendencias dentro de los mercados de moda y consumo se denomina Coolhunting. Tiene como principal objetivo estudiar estas tendencias e intentar anticiparse a ellas, para que las empresas sepan con antelación las modas que entrarán al mercado en el corto plazo.
La sociedad actual está caracterizada por sus constantes cambios de valores, prioridades y tendencias sociales. Esto ha hecho que las personas estén adaptadas y sean parte de todos estos cambios, formando un mercado de consumo volátil, inestable y reactivo. Las empresas han entendido que la identificación de las prioridades y las demandas de la población es una tarea que se debe realizar de manera constante para abrirse a nuevas oportunidades de mercado. Siendo un término directamente relacionado con la competitividad y la innovación, las compañías han introducido en sus estrategias la caza de tendencias para diferenciarse de sus competidores y lograr ventajas que les lleven a un éxito asegurado.
El coolhunting es una estrategia fundamental para que nuestra empresa está adaptada a su entorno. Si estas son capaces de anticiparse a las tendencias que puedan generar los mercados, podrán aprovechar esta ventaja con fines económicos, explotando nuevos segmentos de consumidores e innovando y creando nuevos productos. La “caza de tendencias” implica que las empresas que consigan llevarla a cabo de manera efectiva sean líderes en innovación, ya que serán las primeras en satisfacer las necesidades cambiantes de los consumidores. Por lo tanto, adelantarse a las demandas del mercado proporciona una notable ventaja competitiva a las empresas, que intenten aprovecharla para conseguir un elevado rendimiento económico y comercial.
Podemos agrupar a los Coolhunters o “cazadores de tendencias” en tres etapas o segmentos diferentes, en función de sus hábitos de consumo.
En ella se encuentran todos aquellos que han decidido arriesgarse y llevar a cabo una innovación. No tienen un control exhaustivo de la situación del mercado ni una especulación exacta de los cambios en las tendencias, pero han apostado por seguir esta estrategia y perseguir el éxito. Suelen ser personas jóvenes con altos poderes adquisitivos, factor que les ayuda a la hora de llevar a cabo este tipo de decisiones, sobre todo en el campo de los emprendedores.
Los early adopters o primeros adoptadores son aquellos que adaptan una tendencia después de los innovadores, pero llevan a cabo estrategias más prudentes y con menos riesgo. En la mente de los consumidores son un grupo preferible al anterior, ya que la prudencia es un factor muy valorado a la hora de generar confianza en este campo.
También llamada la mayoría temprana, es el grupo que adopta la tendencia una vez descubierta y reconocida por la sociedad. Son un grupo altamente influenciado por los early adopters, y que generalmente han decidido tomar esta decisión por opiniones que puedan haberles proporcionado.
No todas las personas presentan el mismo interés o la misma confianza a la hora de llevar a cabo decisiones como las mencionadas anteriormente. Precisamente por ello, podemos destacar otros dos grupos de coolhunters cuya actitud frente a las tendencias es diferente.
Es evidente que vivimos en una sociedad que experimenta constantes cambios sociales, culturales y económicos, por lo que el sector de la moda está influenciado por este tipo de variaciones en las tendencias. La caza de tendencias o Coolhunting es un concepto cada vez más utilizado por las empresas para conseguir una importante ventaja competitiva, buscando siempre ser los primeros en anticiparse a las nuevas demandas de los consumidores.
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