Utillaje
En las empresas industriales, existen ciertos objetos que son completamente indispensables a la hora de realizar determinadas acciones dentro del proceso productivo. Todos aquellos utensilios y herramientas que permiten al trabajador realizar una determinada tarea dentro de la empresa se consideran parte del utillaje. Gracias a estos instrumentos, los trabajadores pueden sujetar o colocar diferentes piezas necesarias para llevar a cabo la producción, y también realizarles distintas modificaciones para conseguir el producto final deseado.
Tipos de utillaje en la industria
Generalmente, podemos clasificar el utillaje en tres categorías, atendiendo a su productividad:
- Utillaje estándar. Suelen ser herramientas bastante flexibles, pero su volumen de producción es bastante bajo.
- Utillaje dedicado. Se fabrica específicamente para realizar operaciones determinadas dentro de un proceso productivo, y con ellos se busca lograr un elevado volumen de producción.
- Utillaje flexible. Considerado una combinación de los dos anteriores, son herramientas flexibles y genéricas que se utilizan para ganar productividad en el proceso.
También es posible clasificarlo en función de su aplicación (si se va a utilizar en operaciones de almacenamiento, ensamblaje, mecanizado, entre otros), de su uso (si operan como una guía para la herramienta o para sujetar y posicionar) o de su dedicación (si tenemos en cuenta la cantidad de operaciones o el número de piezas en los que aplicarlo).
Por último, desde la perspectiva contable también podemos clasificar el utillaje en dos tipos:
- De rápida renovación. Son herramientas de corta vida útil (bolígrafos, libretas, grapadoras, etcétera).
- De lenta renovación. Es un utillaje mucho más duradero, como los destornilladores o los martillos.
Maquinaria y utillaje: diferencias
Es habitual que mucha gente confunda el utillaje con la propia maquinaria. Al ser utensilios que se usan para realizar ciertas tareas dentro del proceso productivo, pueden llegar a considerarse como un complemento de las máquinas, catalogándolos dentro de la misma sección. Sin embargo, existen varias diferencias importantes a la hora de definir algo como maquinaria o utillaje:
- Una herramienta tiene un solo mecanismo, es decir, usualmente se fabrica con el objetivo de que realice una operación en concreto (por ejemplo, lo que queremos de una grapadora es que nos grape los papeles). Por otro lado, la maquinaria acostumbra a tener varios mecanismos que, combinados, permiten producir de manera compleja.
- La maquinaria es mucho más grande y pesada, tiene una capacidad de carga mucho mayor y necesita recibir energía de una fuente externa (normalmente eléctrica). En su defecto, las herramientas acostumbran a ser mucho más sencillas y ligeras, pero su capacidad de trabajo es mínima.
- Gracias a los avances tecnológicos actuales, casi toda la maquinaria es independiente y opera de manera automatizada, mientras que el utillaje requiere de la intervención humana para poder funcionar.
Ventajas que trae el utillaje a la producción
El utillaje es indispensable a la hora de tratar con máquinas en la industria, ya que permite al humano ejecutar determinados movimientos que permiten producir, modificar o incluso reparar la maquinaria. Además, utilizarlo trae consigo ciertas ventajas muy beneficiosas:
- Se disminuyen los costes de la producción.
- Se reduce el tiempo de fabricación del producto final.
- El proceso productivo gana en uniformidad e intercambiabilidad.
- El producto final se consigue elaborar de forma mucho más precisa.
Materiales más utilizados para fabricar utillaje
En cuanto a la materia prima utilizada para fabricar este tipo de herramientas, existen determinados materiales que, gracias a su composición, características y propiedades, son perfectos para utilizar en el proceso de fabricación industrial:
- Aluminio. Pese a su baja rigidez frente a temperaturas altas, es un material bastante barato y con poca densidad. Además, su conductividad térmica es excelente, y es bastante sencillo de mecanizar.
- Silicona. Su durabilidad es bastante baja y es complicado controlarlo, pero su coste también es significativamente reducido y permite realizar utillaje con modelos geométricos complejos.
- Acero. Siendo uno de los materiales más utilizados y abundantes en el mercado, es bastante fácil de conseguir y su coste es considerablemente bajo, gracias a su facilidad para soldar y buena conductividad. Como puntos negativos, cabe destacar su alta densidad y su poca estabilidad frente a altas temperaturas.
- Invar. Es uno de los materiales más duraderos y estables, además de contar con un coeficiente de expansión muy bajo y una alta conductividad. Sin embargo, el principal problema es su elevado precio y peso.
- Níquel. También tiene un alto precio, pero es bastante útil gracias a su escasa porosidad, su resistencia a la corrosión y la capacidad para adquirir geometrías complejas.
- Cerámicas. Es un material muy utilizado para tareas con altas temperaturas gracias a su resistencia, pero es bastante frágil y su tiempo de enfriamiento y calentamiento es largo.
El utillaje siempre ha sido algo fundamental para todas aquellas empresas que lleven a cabo procesos de fabricación industriales. Pese a que cada vez más tareas y actividades se automatizan gracias a los avances tecnológicos, este tipo de herramientas seguirán siendo de vital importancia, ya que sin ellas no se podrían fabricar, modificar o reparar las novedosas máquinas que utiliza actualmente la industria.
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