La dación en pago es un método utilizado para el pago de deudas que consiste en la entrega de algún bien con el propósito de cumplir un pago pendiente. Ocurre cuando deudor y acreedor llegan a un acuerdo para compensar el importe restante en la deuda con el bien en cuestión. Se ha convertido en un tema habitual desde la última crisis económica, ya que muchas familias y empresas han tenido que utilizar este método para hacer frente a sus impagos.
El sector donde este concepto gana una mayor relevancia es el inmobiliario. En las situaciones donde el deudor no es capaz de responsabilizarse de los pagos correspondientes a su hipoteca, la mayoría de soluciones acaban en la entrega del propio inmueble, consiguiendo liberarse de la deuda. Sin embargo, no todas las entidades bancarias aceptan este tipo de soluciones, prefiriendo recibir los pagos correspondientes y realizar una ejecución hipotecaria. Esto es un grave problema para el afectado, ya que va a tener que seguir pagando la deuda y no va a mantener su inmueble, quedando en una situación muy complicada. Pese a ello, es una opción muy favorecedora para los bancos, ya que obliga al deudor a mantener la responsabilidad del pago de las cuotas mientras la entidad puede recuperar el dinero perdido lanzando a subastas públicas el inmueble en cuestión.
Debemos ir personalmente a las oficinas de nuestra entidad financiera para valorar cuáles son nuestras posibilidades de hacer frente a los impagos correspondientes a la deuda, intentando encontrar una fórmula en la que ambas partes salgan beneficiadas. Esto se debe hacer lo antes posible, ya que puede evitar un embargo y un incremento considerable de la cantidad a pagar. Si optamos por la dación de pago, la podemos conseguir de dos maneras.
En España solo hay un banco (Bankinter) que en su oferta de hipotecas incluya la opción de dación en pago por defecto. Sin embargo, como se ha mencionado anteriormente, esto no significa que, si nuestra hipoteca está contratada con otra entidad, no tenemos opciones de conseguirla, pero la decisión final dependerá de la valoración que haga la entidad.
En casos donde las familias no tengan la posibilidad de seguir pagando la hipoteca de sus viviendas, deben valorar la opción de realizar una dación en pago, donde la negociación de la entidad financiera es fundamental, y conviene agotar todas las opciones posibles para que el banco no solicite el embargo del domicilio.
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