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Consumo

por Software DELSOL

El consumo es la fase final de todo proceso productivo; hace referencia al efecto de utilizar un producto, cerrándose así el ciclo de la producción. Hablamos de consumo cuando los bienes o servicios que se producen son utilizados, en última instancia, por un consumidor.

¿Qué es el consumo?

El consumo, propiamente dicho, es el hecho en sí mismo de consumir (gastar, utilizar) cualquier producto o servicio que se comercializa, poniendo la rúbrica final al proceso de producción, y actuando como el disparador principal de la circulación de los capitales en la economía.

En realidad, todos los procesos productivos tienen, como finalidad última, crear un entregable que sea apto para el consumo: por lo tanto, desde el inicio se ha que tener en cuenta que aquello que se vaya a producir y comercializar, ha de idearse para que el consumidor lo utilice y, evidentemente, que este obtenga cierta satisfacción al hacerlo.

La idea cíclica del consumo se ve con claridad en el sistema capitalista, donde el consumo es una actividad que se retroalimenta: al consumir bienes y servicios, se genera más producción, cerrándose así el círculo. En otras palabras, el ser humano produce para consumir, y consume para producir.

No obstante, el ciclo de la producción, al cerrarse, puede originar otro ciclo nuevo de producción: esto significa que hay bienes que, al consumirse, no se destruyen totalmente, sino que sirven para iniciar otros propósitos de producción.

El consumo de productos y servicios

El consumo conlleva, necesariamente, la destrucción de la utilidad de un producto; una vez que un producto ha sido consumido, ya no puede ser comercializado o reutilizado de nuevo, especialmente cuando hablamos de alimentos o insumos (agua, energía)

Existe un punto intermedio, y lo comprenden aquellos productos menos perecederos o poco utilizados durante su consumo, que puedan tener cabida en el mercado de segunda mano o de productos reacondicionados: esta práctica da una “segunda vida” a los productos de consumo que no quedan totalmente destruidos como consecuencia de su uso.

La reinserción de los productos al ciclo del consumo también se produce mediante el reciclaje de residuos: en lugar de prescindir de todos los desperdicios que generan dichos bienes, se reagrupan y tratan para iniciar otros procesos de producción.

En contraposición, y por definición, un servicio no puede ser reutilizado, aunque las materias primas o los recursos que lo hacen posible no se gasten como tales. Viajar en transporte público, recibir asesoramiento jurídico o asistir a un seminario, son ejemplos de situaciones en las que el servicio de consumo se extingue en el acto.

Tipos de consumo

Según el consumidor

En términos macroeconómicos, el consumo puede dividirse entre público y privado.

  • El consumo público es aquel que realizan las instituciones gubernamentales, comprendiendo el Estado, las CC. AA., las diputaciones provinciales, los ayuntamientos, y todas las entidades que dependen de algún modo de estas figuras.
  • El consumo privado es el que surge de las compras y contrataciones que realizan las personas físicas, o las personas jurídicas que componen el sector privado.

Según la utilidad del bien

También se puede catalogar el consumo en función de si los bienes, al ser consumidos, se destruyen completamente o no.

  • El consumo improductivo es aquel donde desaparece totalmente la utilidad de un bien, sin que se haya podido crear otro producto después de usarlo. Por ejemplo, los alimentos o la ropa.
  • En el consumo productivo, la desaparición de la utilidad de un producto conlleva la creación de un producto nuevo, con su consiguiente nueva utilidad. Por ejemplo, todas las materias primas empleadas en los procesos industriales o artesanales.

Los consumos productivos también pueden subdividirse en tres clases:

  • Sueldos y salarios, que representan la recompensa al trabajo realizado para crear otros productos.
  • Uso de maquinaria e instrumentación, ya que su consumo ayuda a la producción de otros bienes o servicios.
  • Compra de materias primas, porque constituyen la base sobre la que se producen las subsiguientes manufacturas.

Según la durabilidad del producto

Otra forma de clasificar los tipos de consumo es atendiendo al ciclo de vida de los bienes, que puede ser duradero (a largo plazo) o inmediato (a corto plazo).

  • Consumo duradero. Se refiere a aquellos bienes y servicios que tiene un ciclo largo de vida, es decir, que su consumo finaliza tras varios años. Por ejemplo, un coche, o servicios de pago recurrente en modalidad de suscripción.
  • Consumo inmediato. Comprende los productos y servicios que se consumen enseguida (al poco de adquirirlos), y cuyo ciclo de vida queda restringido a unos días. Por ejemplo, alimentos, bebida y consumibles informáticos.

El consumo es uno de los principales medidores del PIB (Producto Interior Bruto) de una nación: cuando los ciudadanos de un país consumen poco, significa que se está generando poca riqueza y, análogamente, un incremento del volumen del consumo se asocia con una etapa de bonanza económica.

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