ERE
El ERE o Expediente de Regulación de Empleo es un mecanismo utilizado por muchas empresas en su afán por sortear los tiempos de crisis en los que bien se reducen las horas de jornada de los empleados, bien se suspenden temporalmente los contratos laborales, o bien se aplica la medida más grave de todas, es decir, despedir a un gran número de trabajadores. Así, el ERE es un proceso en que las empresas reducen la plantilla para superar una mala situación económica o reestructurar la compañía.
¿Cómo funciona un ERE?
El ERE es una herramienta que utilizan las empresas para suspender, reducir la jornada o despedir a un porcentaje determinado de la plantilla. No obstante, una empresa no puede llevar a cabo un ERE en cualquier momento, ya que han de concurrir una serie de circunstancias y de condiciones, de manera que los ERE se reservan para aquellos casos en los que el despido se debe a circunstancias económicas, técnicas, organizativas o de fuerza mayor.
Tipos de ERE
La empresa podrá llevar a cabo un tipo u otro de ERE dependiendo de las medidas que vaya a tomar. Los tipos de ERE son los siguientes:
- ERE de Extinción: este ERE es el conocido como despido colectivo, por lo que consiste en el cese definitivo de la relación laboral entre la empresa y buena parte de los trabajadores.
- ERE de Suspensión: este ERE suspende temporalmente los contratos laborales de toda o de parte de la plantilla de trabajadores.
- ERE de Reducción de Jornada: este ERE reduce la jornada de los trabajadores durante un período de tiempo determinado.
No obstante, aunque hay distintos tipos de ERE, el ERE propiamente dicho es el primero, el ERE de extinción, provocando las consecuencias más graves para los trabajadores. Cuando hablamos de los ERE de suspensión y de los ERE de reducción de jornada constituyen un ERTE más que un ERE, es decir, un Expediente de Regulación de Empleo Temporal.
ERE de extinción, causas y procedimiento
Como ya se ha apuntado, el ERE de extinción consiste en el despido de una buena parte de los trabajadores de una empresa. Antes de la reforma laboral introducida por el Partido Popular, para llevar a cabo un ERE era necesaria una autorización administrativa, pero tras la reforma laboral este requisito ha sido suprimido y ahora las empresas pueden decidir cuándo llevar a cabo un ERE.
La legislación laboral entiende que el despido colectivo procede cuando la empresa que alegue causas económicas, técnicas, organizativas o de producción lleve a cabo una serie de despidos que afecten, en un período de 90 días, a diez trabajadores en empresas con menos de 100 empleados, al 10% de los trabajadores en las empresas que tengan entre 100 y 300 empleados, y a 30 trabajadores en las empresas con más de 300 trabajadores.
Se podrá entender que existen causas económicas cuando en una empresa hay pérdidas actuales o futuras o cuando su nivel de ingresos esté disminuyendo persistentemente, es decir, cuando durante tres trimestres consecutivos los ingresos en cada trimestre sean menores a los ingresos del mismo trimestre del año anterior. Por otro lado, se entenderá que hay motivos técnicos cuando se registren cambios relacionados con los medios de producción. Por último, se entenderá que existen causas organizativas cuando los cambios sean relativos a los sistemas y métodos utilizados por la plantilla para llevar a cabo sus funciones.
En cuanto al procedimiento para llevar a cabo un ERE de extinción, será el siguiente:
- Se abrirá un período de consultas con los representantes de los trabajadores.
- Se ha de presentar una memoria con las causas del despido y la documentación fiscal y contable y los informes técnicos de la empresa.
- Una vez se haya llevado a cabo la comunicación, la empresa deberá notificar el despido a la plantilla de trabajadores.
- Si se produjera la impugnación del ERE, la decisión deberán tomarla los Tribunales competentes.
Derechos de los trabajadores ante un ERE de extinción
Como es evidente, el trabajador afectado por un ERE de extinción tiene una serie de derechos que podrá ejercitar. Son los siguientes:
- Derecho a recibir indemnización: la indemnización será de, al menos, 20 días por cada año trabajado con un máximo de 12 mensualidades. No obstante, cuando el despido sea improcedente, la indemnización será de 33 días por cada año trabajado.
- Derecho a solicitar una prestación por desempleo: el trabajador tendrá derecho a solicitar esta prestación cuando cumpla los requisitos de cotización establecidos.
- Derecho ser incluido en el plan de recolocación: este derecho se ejercitará mediante una empresa externa.
- Derecho a poder impugnar el despido ante los Tribunales: los trabajadores o sus representantes pueden impugnar el ERE ante los Tribunales.
ERE Versus Despidos corrientes
Los ERE están sujetos a un control mucho mayor que un despido corriente, como resulta evidente. Además, incluyen un componente mucho mayor de negociación colectiva, de manera que una vez solicitada la apertura del expediente se abre un período de consultas para determinar si el ERE se ajusta o no a las condiciones ya descritas.
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