El ERE o Expediente de Regulación de Empleo es un mecanismo utilizado por muchas empresas en su afán por sortear los tiempos de crisis en los que bien se reducen las horas de jornada de los empleados, bien se suspenden temporalmente los contratos laborales, o bien se aplica la medida más grave de todas, es decir, despedir a un gran número de trabajadores. Así, el ERE es un proceso en que las empresas reducen la plantilla para superar una mala situación económica o reestructurar la compañía.
El ERE es una herramienta que utilizan las empresas para suspender, reducir la jornada o despedir a un porcentaje determinado de la plantilla. No obstante, una empresa no puede llevar a cabo un ERE en cualquier momento, ya que han de concurrir una serie de circunstancias y de condiciones, de manera que los ERE se reservan para aquellos casos en los que el despido se debe a circunstancias económicas, técnicas, organizativas o de fuerza mayor.
La empresa podrá llevar a cabo un tipo u otro de ERE dependiendo de las medidas que vaya a tomar. Los tipos de ERE son los siguientes:
No obstante, aunque hay distintos tipos de ERE, el ERE propiamente dicho es el primero, el ERE de extinción, provocando las consecuencias más graves para los trabajadores. Cuando hablamos de los ERE de suspensión y de los ERE de reducción de jornada constituyen un ERTE más que un ERE, es decir, un Expediente de Regulación de Empleo Temporal.
Como ya se ha apuntado, el ERE de extinción consiste en el despido de una buena parte de los trabajadores de una empresa. Antes de la reforma laboral introducida por el Partido Popular, para llevar a cabo un ERE era necesaria una autorización administrativa, pero tras la reforma laboral este requisito ha sido suprimido y ahora las empresas pueden decidir cuándo llevar a cabo un ERE.
La legislación laboral entiende que el despido colectivo procede cuando la empresa que alegue causas económicas, técnicas, organizativas o de producción lleve a cabo una serie de despidos que afecten, en un período de 90 días, a diez trabajadores en empresas con menos de 100 empleados, al 10% de los trabajadores en las empresas que tengan entre 100 y 300 empleados, y a 30 trabajadores en las empresas con más de 300 trabajadores.
Se podrá entender que existen causas económicas cuando en una empresa hay pérdidas actuales o futuras o cuando su nivel de ingresos esté disminuyendo persistentemente, es decir, cuando durante tres trimestres consecutivos los ingresos en cada trimestre sean menores a los ingresos del mismo trimestre del año anterior. Por otro lado, se entenderá que hay motivos técnicos cuando se registren cambios relacionados con los medios de producción. Por último, se entenderá que existen causas organizativas cuando los cambios sean relativos a los sistemas y métodos utilizados por la plantilla para llevar a cabo sus funciones.
En cuanto al procedimiento para llevar a cabo un ERE de extinción, será el siguiente:
Como es evidente, el trabajador afectado por un ERE de extinción tiene una serie de derechos que podrá ejercitar. Son los siguientes:
ERE Versus Despidos corrientes
Los ERE están sujetos a un control mucho mayor que un despido corriente, como resulta evidente. Además, incluyen un componente mucho mayor de negociación colectiva, de manera que una vez solicitada la apertura del expediente se abre un período de consultas para determinar si el ERE se ajusta o no a las condiciones ya descritas.
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