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Gravar

por Software DELSOL

La acción de gravar consiste en imponer impuestos o cargas tributarias, por lo tanto, lo usaremos para imponer un gravamen, carga o impuesto. 

Podremos definir el concepto ''gravar'' de dos formas distintas: la primera, es la de cargar o pesar sobre algo o alguien; la segunda, consistirá en imponer un gravamen.

Por otro lado, también tenemos la palabra ''desgravar'', la cual significa reducir impuestos o derechos arancelarios sobre objetos. 

Fácilmente, las personas confunden este término por la palabra ''grabar'', pero son conceptos que para nada tienen algo que ver. 

¿Qué grava cada impuesto?

Para ello, vamos a realizar una distinción entre los impuestos que existen: 

  • Impuestos directos: gravan los impuestos según su origen, esto quiere decir que cuanto más se posee, mayor cantidad deberás pagar. Un ejemplo de este tipo de impuesto es el Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF) o el Impuesto de Patrimonio, entre otros. 
  • Impuestos indirectos: se encarga de gravar el consumo, en este caso, todos pagamos la misma cantidad. Un ejemplo es el IVA o los Impuestos especiales del alcohol, el tabaco o la lotería. 
  • Impuestos progresivos: se dan cuando el tipo impositivo aumenta si la renta es mayor. 
  • Impuestos regresivos: cuando el tipo impositivo disminuye al incrementarse la base que se aplica al impuesto. 

Ejemplos de impuestos

  • Impuesto de donaciones: a través del cual estás obligado a pagar cierto dinero por la cesión de un bien o de un capital gratuitamente. La comunidad autónoma es la competencia correspondiente y, además, tiende a ir disminuyendo paulatinamente. 
  • Impuesto de sucesiones: se encarga de gravar sobre las herencias. Su competencia es la comunidad autónoma. Su objetivo es lograr la exención cuando esto ocurre entre familiares de primer grado. 

Gravar la riqueza

Es importante que nos preocupemos por la desigualdad existente entre la distribución de la renta y la riqueza. Las razones a las que se debe esta preocupación son: 

  • De orden político: cuando la desigualdad se incrementa, los ciudadanos suelen votar a los partidos que impulsan la polarización del debate. 
  • De eficiencia económica: cuando la desigualdad aumenta debido a la caída de la movilidad social, es posible que se pierda eficiencia, ya que no se está aprovechando el talento de toda la población. 

El mejor impuesto es el que no grava el capital, ya que la imposición que se realiza sobre el capital crea grandes distorsiones en el ahorro y consumo, además de obstaculizar el avance de la inversión privada. 

Una menor imposición suele afectar a la riqueza, a los rendimientos que hemos generado y a las ganancias de capital, las cuales deberían gravarse a unos tipos menores a los de las rentas generadas por el trabajo. 

¿Qué rentas se tienen que declarar?

  • Los rendimientos del trabajo: lo obtienen quienes hubieran generado el derecho a su percepción. 
  • Los rendimientos del capital: lo obtienen los titulares jurídicos de los elementos patrimoniales de los que sean derivados. 
  • Los rendimientos de las actividades económicas: se obtienen por los que las efectúen personal, habitual y directamente. 
  • Las ganancias y pérdidas patrimoniales: las obtienen los titulares de los elementos patrimoniales de los que provengan. Los beneficios generados en el juego serán ganancias patrimoniales para la persona que corresponda el derecho a su obtención o que las haya obtenido de forma directa. 
  • Las imputaciones de renta establecidas en la ley: imputadas a los titulares de los bienes o derechos según su procedencia. 

Gravar la renta

Podríamos decir que gravar el consumo es igual que gravar la renta. Si el Estado grava la renta, yo podría ahorrar, por lo que si mañana grava lo que he generado con mi ahorro, me estarían gravando la misma renta por segunda vez.

Teniendo un tipo impositivo sobre la renta del capital y su rendimiento, estaríamos ante el tipo impositivo igual que el que está sobre el stock. Es decir, estos supuestos no se diferencian. 

Los dos tipos de renta de capital que existen son: observadas y no observadas. 

Si decidimos utilizar el Impuesto sobre el Patrimonio para gravar las rentas de tipo ''no observadas'', el sistema impositivo experimentaría una mejora, debido a la de equidad horizontal, lo que quiere decir que se grava de igual a igual. Si usamos este impuesto para gravar las de tipo ''observadas'', podríamos estar incurriendo en una doble imposición o progresividad. 

Con un determinado tipo impositivo sobre el patrimonio, cuanto menor es su rentabilidad, más aumenta el gravamen sobre la renta, es decir, la progresividad de la imposición implícita de la renta del capital es mayor. 

En resumen, gravar consiste en imputar cantidades de dinero por el pago de impuestos, tasas o tributos. En función del tipo de impuesto, podrá ser de manera directa, donde la cantidad dependerá de nuestro nivel de renta; mientras que si es un impuesto indirecto, será el mismo precio para todos sin importar nuestros ingresos.

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