Burbuja económica
El Diccionario de la RAE define burbuja económica como “Proceso de fuerte subida en el precio de un activo, que genera expectativas de subidas futuras no exentas de riesgo”.
Este fenómeno, que se ha dado muchas veces a lo largo de la Historia como veremos más abajo, se produce cuando el precio del bien afectado aumenta sin un fundamento real dando la sensación al mercado de que tal aumento va a continuar en el futuro lo que produce, a su vez, su aumento. Así explicado la burbuja económica se produce como consecuencia de la especulación, los compradores pagan precios por encima de lo que sería normal con la expectativa de vender posteriormente con una ganancia dada esa sensación de que va a continuar subiendo el precio.
A lo largo de la Historia las burbujas económicas han ido sucediendo periódicamente, como veremos más abajo.
La fijación de precio
El precio es la cantidad de dinero que se precisa para comprar una unidad de un bien o servicio; debemos diferenciarlo del costo que es lo que cuesta producirlo y del valor que es una apreciación del comprador (¿cuánto vale para él?).
En una economía de mercado el precio se fija por la Ley de la Oferta y la Demanda, el vendedor o distribuidor fija el precio a que ofrece el producto o servicio según su capacidad (elasticidad de la oferta) y la demanda que va a generar según el precio fijado (elasticidad de la demanda), buscando un punto de equilibrio.
Sin embargo, en el caso de la burbuja económica el precio también lo fija el mercado pero en base al valor (cubrir una necesidad del del compra) o al coste de lo que se vende, sino en base a las expectativas de que el precio va a ser mayor en el futuro, como hemos dicho antes en base a la especulación.
La burbuja económica
En este caso los precios se “inflan” de manera artificial porque los potenciales compradores están dispuestos a pagar más en miras de que van a poder vender rápido y más caro y, al principio, el mercado va respondiendo en una espiral de subidas de precio. Mientras dura la espiral los compradores ganan dinero con las ventas.
Sin embargo estas subidas de precio constantes y sucesivas tienen un límite y siempre se llega a un punto en que el precio ya no sube más y, por el contrario, se desploma porque desaparece toda esa subida artificial y sin motivo; en este caso decimos que “explota la burbuja”.
El problema consiste en que los que han comprado ese bien por encima de su precio esperando poder venderlo mejor se quedan sin poder hacerlo y pierden, por ello, el dinero invertido.
Pero el problema es todavía peor: muchas personas que participan en la burbuja comprando por encima del precio normal lo hacen sin tener fondos de dinero para ello y recurriendo al endeudamiento, normalmente bancario, por lo que una burbuja económica afecta al sistema bancario de manera muy grave si los bancos no han sido prudentes en la concesión de créditos (y normalmente no lo han sido en este tipo de situaciones), llegándose a producir quiebras de entidades financieras.
Además, los participantes en la burbuja se centran de manera plena en ella, por lo que muchos dejan sus trabajos para dedicarse a comprar y vender.
También afectará, en el caso de burbuja financiera centrada en acciones, a las compañías que emiten esas acciones que van a ver como, después de subir su valor en los mercados de manera exponencial y rapidísima, se desploman, lo que hace que su valor se reduzca y que tengan muy difícil conseguir financiación.
A continuación vamos a ver tres ejemplos históricos de burbuja económica, los dos más conocidos, como son la crisis de los tulipanes y la quiebra de 1929. Por desgracia no son los únicos pero sí los más conocidos.
La crisis de los tulipanes
Fue la primera burbuja económica. En los Países Bajos del primer tercio del Siglo XVII.
El tulipán es una flor procedente de Asia que penetró en Europa a través de Turquía. En Holanda se hicieron muy célebres.
En un principio, cuando se empezaron a producir y vender estas flores, se produjo una euforia totalmente injustificada por lo que sus precios comenzaron a subir y subir.
Dado el enorme precio que llegaron a alcanzar se dejó de cultivar otros productos agrícolas y lo único que se cultivaba eran tulipanes. Los inversores, además, comenzaron a vender su patrimonio y a endeudarse para poder pagar los desorbitados precios con la mira puesta en obtener un beneficio rápido.
En el mercado comenzó a comprarse y venderse los bulbos de tulipán, es decir, los tulipanes que todavía no habían germinado.
Como el tulipán es una flor de temporada y el mercado seguía funcionando todo el año se creó el mercado de futuros: se comenzó a comprar (y pagar) la futura producción de estas flores, por supuesto la idea no era obtener esas flores futuras sino poder vender esas mismas opciones de futuro a mejor precio.
Por supuesto la burbuja explotó, en un momento dado alguien intentó vender y no encontró comprador al precio que ofrecía lo que hizo que se corriera la voz y provocó el pánico en todo el mercado, por lo que nadie compraba ya tulipanes y todo el que había invertido su patrimonio (y se había además endeudado) en la compra perdió su inversión.
Fue un verdadero cataclismo económico.
La crisis de Wall Street de 1929
El funcionamiento y desarrollo de esta crisis fue exactamente igual que la crisis de los tulipanes que acabamos de ver, pero con acciones de empresas que cotizaban en bolsa.
Los inversores comenzaron a ver que podían especular pagando cada vez precios mayores por las mismas acciones y consiguiendo venderlas por precios mucho mayores en muy poco tiempo.
Esta fiebre especulativa no afectó únicamente a los inversores tradicionales en la bolsa, sino que llegó a todo el mundo. Un limpiabotas, por ejemplo, también pedía dinero prestado para invertir y hacerse rico, y siempre había un banco que se lo prestaba.
Se produjo una espiral de precios, como hemos explicado más arriba, precios sin fundamento real alguno.
Para participar en ese negocio tan rentable y atractivo las personas se endeudaron mucho más allá de su capacidad de pago y los bancos otorgaban préstamos para compra de títulos con demasiada facilidad.
Por supuesto la burbuja explotó y las acciones cayeron de precio de manera estrepitosa en el momento que hubo alguien que no consiguió vender al precio esperado y se corrió la voz.
Esto supuso la ruina de todos los que participaban, de los propios inversores que no podían pagar las deudas que habían contraído al no poder vender sus acciones, de las empresas que vieron cómo sus acciones pasaron a no valer prácticamente nada y se quedaron sin esa fuente de financiación y de los bancos que no podía recuperar el dinero que habían prestado para los inversores.
La consecuencia fue la gran depresión de los años 30 del Siglo pasado que afectó durante muchísimos años (hasta la II Guerra Mundial, por lo menos) a todos especialmente en Estados Unidos pero no solo, el auge del Nazismo en Alemania tuvo mucho que ver con las penurias económicas que estaban sufriendo los alemanes.
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