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Impugnar

por Software DELSOL

La impugnación tiene lugar cuando existe un desacuerdo frente a una decisión. El hecho de impugnar es algo muy popular en el ámbito jurídico cuando se pretende combatir la decisión o dictamen de un juez. Esta tiene cabida gracias al papel del procurador y la presentación de los recursos ante el juzgado.

También tiene su acepción mercantil para hacer referencia a los desacuerdos de la junta de accionistas.

¿Qué sentencias se pueden impugnar?

El marco jurídico español permite impugnar todas las decisiones que puedan ser elevables o, en su defecto, que no sean firmes. En cualquier caso, los casos más impugnados son los siguientes:

  • En un auto que obligue a la nulidad de las acciones: imagínese que teniendo una deuda pendiente con un banco nos declaramos en mora con una casa en nuestro haber. Si vendiéramos la casa, o parte de ella, para satisfacer otros gastos no prioritarios, el juez podría exigir la nulidad de las acciones con el fin de "retroceder en el tiempo" y que esa casa pase a estar embargada para pagar las deudas que correspondan.
  • Las sentencias son otro tipo de decisiones judiciales muy impugnadas por las partes afectadas. En el supuesto de que no quedes satisfecho con la decisión final de un juez, podrás presentar un recurso de impugnación siempre y cuando cumplas con los requisitos de abajo.
  • La condena en costas puede ser, del mismo modo, impugnado. En muchas ocasiones, las partes elevan el coste de sus servicios jurídicos con el fin de afectar a la parte contraria en el hipotético caso de que ganen el pleito. En cualquier caso, si esos servicios resultasen indebidos o excesivos, estaremos en condiciones de anular o modificarlas mediante la presentación de un recurso de impugnación.

¿Cómo puedo impugnar?

La respuesta de esta pregunta dependerá, en primer lugar, de a quién quieras presentar la impugnación. Hay ocasiones donde la decisión ha de ser revisada por el mismo juez y otras donde no.

Por lo tanto, dependiendo de a quién vaya dirigido, las impugnaciones pueden ser:

  • Devolutivas: la presentación de este tipo de recursos van dirigidos al tribunal que, jerárquicamente, está por encima del que dictó la sentencia. Es la forma general y más empleada al impugnar.
  • No devolutivos: como excepción al recurso anterior, se podrá presentar un recurso ante el mismo tribunal que resolvió el pleito con anterioridad. Este no es un recurso común, puesto que si muestras disconformidad ante una decisión, lo normal será buscar una segunda opinión de otro tribunal al ser muy probable que el tribunal inicial no varíe su postura.

Por otro lado, existen dos tipos de recursos según cuál sea su contenido o exigencias:

  • Ordinarios: el recurso podrá recoger todo aquello que se crea conveniente para la resolución del caso. No existen motivos que tengan que ser exigibles por ley.
  • Extraordinarios: para que se diera el caso de un recurso extraordinario, tendrá que cumplir con una serie de criterios o fundamentos que vienen preestablecidos en la ley.

¿Cuándo puedo impugnar?

No todas las decisiones judiciales pueden ser impugnable, de caso contrario podríamos presentar infinitas impugnaciones y sería muy contraproducente para nuestro sistema judicial. En estas condiciones, se podrán impugnar solamente los casos siguientes:

  • Los que, como dijimos anteriormente, no tengan firmeza. Todas las sentencias firmes suponen la finalización de un proceso.
  • Podrás impugnar en nombre de una persona física o jurídica.
  • Cuando se pueda evitar o minimizar los errores de aplicación a las leyes de los jueces o si cabe un abanico de interpretación amplio.
  • Dependiendo del país se podrá impugnar de forma oral o escrita. En el caso de España, las impugnaciones no solo han de ser escritas, sino que, además, deben de seguir una serie de patrones y formalidades recogidas en la ley.
  • Además, se requiere el abono por adelantado de un depósito que garantice el pago de las costas (o parte de ellas) en el caso de una impugnación.

Consecuencias de la impugnación

En un periodo de días (o meses) tras la presentación del recurso de impugnación, los tribunales volverán a tomar una decisión que te será comunicada. Esta puede ser:

  • Una suspensión de las decisiones previas hasta que la decisión sea firme. Esto es, no se tendrá la obligación de efectuar la sentencia hasta que no haya una decisión firme.
  • Modificación de la sentencia siempre y cuando la impugnación no hubiera tenido efectos devolutivos. Es decir, cuando presentas un recurso no devolutivo no procede la suspensión de las decisiones previas sino la modificación de estas.

Como hemos visto a lo largo del artículo, impugnar las decisiones de un tribunal supone recurrir las decisiones de un juez ante otra autoridad con el fin de asegurar que se hace justicia. Es una muestra de un sistema judicial sano y justo. Para impugnar, es necesario que se presente una serie de recursos ante el tribunal competente.

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