Puede parecer que abrir una cuenta corriente bancaria es algo muy sencillo y, en realidad, lo es pero debemos pensar y saber lo que estamos haciendo para no equivocarnos y contratar una cuenta que no es la que necesitamos.

Primer paso: conocer lo que necesitamos

No es lo mismo si somos trabajadores con una nómina mensual que si somos autónomos y tenemos que hacer cobros y pagos frecuentemente, tampoco es lo mismo si conseguimos ahorrar y tenemos en el banco una cierta cantidad de dinero que si estamos siempre al día; lo primero es saber para qué y cómo vamos a utilizar esa cuenta bancaria.

Los bancos tienen distintos productos dependiendo de ésto: desde las cuentas pensadas para PYMES y startups a cuentas para personas con nómina, con pensión y cuentas de ahorro remuneradas que no es que den un gran interés, pero algo es algo.

Segundo paso, buscar el banco adecuado

Aunque el bombardeo publicitario no inunde de información (más o menos veraz) sobre todo tipo de cuentas y productos financieros deberíamos dedicar algo de tiempo a saber qué es lo que, en verdad, queremos.

Existen, hoy día, diferentes tipos de bancos y de cuentas, vamos a ver algunos de ellos:

• Los bancos tradicionales con sus oficinas y su personal comercial. Tienen determinados productos “sin comisiones” pero habría, siempre, que estudiar las condiciones y la letra pequeña.
• Los bancos sin oficinas como ING Direct, no cobra comisiones por nada, siempre que tengamos una nómina domiciliada o, si no la tenemos, unos ingresos mensuales mínimos en la cuenta de 600€; dan los servicios normales bancarios (transferencias, tarjetas de débito, operaciones en cajeros) pero hay que operar normalmente a través del Smartphone.
• Las Fintech que son bancos que no tienen ningún tipo de presencia física, sólo están en Internet. De momento el único plenamente operativo en el sistema SEPA europeo es N26, alemán; no cobra comisiones por operaciones normales por lo que podemos utilizar normalmente la tarjeta de débito en compras y cajeros y realizar transferencias sin costo.
• Las cuentas remuneradas que dan un tipo de interés (no muy grande) en según y qué condiciones, puede ser con el dinero totalmente disponible o no. Por citar algunas tenemos Coinc, Openbank, Nationale Nederlanden o EVO.

Cuando hayamos elegido el tipo de banco que queremos debemos informarnos de su operativa, si tiene oficinas o cajeros que podamos utilizar cerca de donde estamos nosotros, por ejemplo. 

Tercer paso: informarnos suficientemente

Es muy importante, antes de firmar nada, que tengamos una información total sobre las condiciones de la cuenta que vamos a abrir, las comisiones y otros gastos que nos puedan cargar en los diferentes escenarios que se puedan dar (servicios como tarjetas, transferencias, si tienen comisión de mantenimiento, descubiertos), los requisitos que nos pidan (si tenemos que domiciliar nómina o recibos o hacer ingresos mínimos periódicos o mantener determinado saldo) y las condiciones en las que vamos a poder realizar las operaciones más frecuentes o que más nos interesen.

Es obligación del banco seguir las normas de transparencia bancaria previstas por la Ley y supervisadas por el Banco de España: como clientes suyos y como consumidores tenemos derecho a que se nos informe de forma clara y veraz sobre todas estas condiciones.

Y no es sólo que tengan que darnos copia completa y legible de los contratos (de cuentas corrientes, de tarjetas, de préstamos, etc.) sino que, también, la publicidad del banco de todo tipo le vincula, de manera que si está ofertando en un folleto o un anuncio determinadas condiciones está obligado a mantenerlas y podemos reclamárselas sólo con acreditar que existe esa publicidad.