Estrategias para evitar clientes morosos
Hasta el 31 de diciembre.
En el ámbito comercial, el cobro en tiempo y forma por los servicios brindados resulta fundamental para mantener un negocio funcionando. Sin embargo, esto puede no ser tan sencillo como parece: existen muchas razones por las que los clientes no pueden pagar. Por lo tanto, es necesario contar de ciertas estrategias para evitar clientes morosos.
¿Cómo afectan los clientes morosos a mi negocio?
Un negocio, emprendimiento o empresa depende del pago de los servicios prestados y los productos vendidos para obtener ingresos, desarrollar sus actividades de manera eficaz y también para tener la oportunidad de crecer comercialmente. Justamente por eso, la morosidad de los clientes puede resultar leve o severa, según cada caso y actividad.
Esta situación suele afectar en mayor medida a los emprendimientos y negocios independientes que disponen de un menor capital y capacidad financiera. En efecto, como en la mayoría de los casos se trata de pagos diferidos a treinta, sesenta o noventa días, estas circunstancias pueden resultar increíblemente perjudiciales para la salud del emprendimiento.
En casos más graves en los que un cliente entra en bancarrota o por algún otro motivo no puede hacer frente a la deuda contraída, cobrar ese pago puede resultar difícil y hasta imposible para negocios pequeños y medianos que no dispongan de los recursos para llevar a término acciones legales prolongadas en el tiempo —las cuales no suelen justificar una deuda menor—.
¿Cómo evitar la morosidad de los clientes?
En el ámbito de la administración de empresas y las asesorías en la materia, siempre se recomienda establecer ciertas estrategias que reduzcan el riesgo de morosidad y puedan prevenir situaciones de impago frecuentes. De esta manera, estas no representan una pérdida constante para la empresa.
Conoce a tu cliente
Una de las principales estrategias para evitar clientes morosos disponibles para negocios, emprendimientos y empresas es investigar sobre su actividad comercial y conocer sus finanzas de manera fehaciente. Esto puede realizarse de muchas maneras, pero dependerá de la empresa y sus recursos cuánto puede averiguar.
Entre las opciones se puede mencionar el testimonio de otras empresas que haya trabajado para un mismo cliente, varias fuentes de información pública y privada, el Registro Mercantil para comprobar ingresos y balance de cuentas. La idea detrás de esta investigación debe ser determinar capacidad de pago y el compromiso del cliente.
Condiciones de pago estrictas
Si bien existen muchas facilidades que un negocio puede ofrecerle a un cliente, la flexibilidad a la hora del pago y los honorarios es una de las más delicadas. Una flexibilidad muy amplia puede favorecer una situación en la que, por cualquier motivo, dicho cliente no pueda pagar lo que debe o se retrase indefinidamente en ello.
Por lo tanto, deben establecerse ciertos recaudos y condiciones estrictas a la hora de relacionarse comercialmente con los clientes. En este sentido, el contrato o factura debe establece plazos de pago, penalidades por moratoria, disponibilidad de medios de pago, entre otros. Esto forzará a los clientes compadecer ante el pago y nos permitirá recurrir a acciones legales de manera más rápida y efectiva.
Facturación y refinanciación
Otro aspecto muy importante para evitar clientes morosos es la facturación por los servicios. En este sentido, debemos tener en cuenta que, si demoramos en realizar la facturación o la hacemos de manera incorrecta, el cliente asume esto como una falta de interés que termina por asumir como propia.
Justamente por eso, debemos establecer un sistema de facturación expeditivo que emita las facturas y los recibos de manera inmediata para que la persona perciba la inmediatez de la transacción. Asimismo, pueden ofrecerle planes de refinanciación en los que el cliente pueda regularizar su situación de manera paulatina: esto también es preferible para la empresa, en oposición a perder dicho ingreso.
Cobro anticipado y débito automático
En los casos en los que debamos realizar un trabajo o prestar un servicio de envergadura a un único cliente, existen ciertas pautas que permiten garantizar la movilización de recursos de la empresa ante cualquier eventualidad. El llamado cobro anticipado permite obtener el pago total o parcial por un servicio antes de comenzar a trabajar en él.
Por otro lado, en caso de un servicio prestado de manera periódica, se puede establecer un sistema de débito automático en el que los pagos se ejecuten de manera inmediata una vez alcanzada la fecha de vencimiento. Esto por lo general se acepta en caso de montos menores que no representan un gasto importante para los clientes.
Recordatorios de pago y acciones legales efectivas
Finalmente, estos dos métodos son sumamente eficaces para que el cliente se proponga regularizar su situación. Sin embargo, una precaución: no debe caerse en la intimación y el hostigamiento, puesto que esto puede llevar a perder clientes y afectar la reputación del negocio o empresa.
Los recordatorios de pago son acciones que le recuerdan al cliente de su obligación para con el negocio y que este último no pierde de vista su apercibimiento. Las acciones legales efectivas, por otro lado, deben emplearse como último recurso cuando resulte evidente que el cliente pretender no pagar.
En el ámbito empresarial y comercial, evitar clientes morosos es una tarea que debe prevenirse para que las situaciones de impago no resulten frecuentes. Aplicar estrategias de cobro eficaces reduce considerablemente dicho fenómeno.