El activo corriente, también denominado como activo líquido o circulante, es el activo de cualquier entidad o empresa que puede hacerse líquido, es decir, que puede convertirse en dinero, en un plazo de tiempo menor a los 12 meses. Esto es lo que ocurre, por ejemplo, con el dinero del banco, con las inversiones financieras o con las existencias de cualquier entidad o empresa.
No obstante, el activo corriente también puede ser definido como todos aquellos recursos necesarios para llevar a cabo las actividades diarias de la entidad. Además, el término corriente hace referencia a que se trata de un activo que está en constante y continuo movimiento, pues puede venderse, utilizarse, entregarse como pago, entre otras cosas.
Hay varios ejemplos de activo corriente que se pueden citar. Son los siguientes:
El activo circulante es un concepto similar al activo corriente, como ya se ha indicado anteriormente. Sin embargo, estos dos términos no son exactamente iguales, si bien son términos que pueden ser intercambiables el uno por el otro.
En cuanto al activo realizable a corto plazo y el activo disponible, las diferencias sí son significativas. Así, el activo realizable a corto plazo engloba aquellos bienes y derechos de la empresa que pueden convertirse en dinero a corto plazo, es decir, en menos de 1 años. Este es el caso de los créditos que se tienen frente a los clientes a corto plazo. Por su parte, el activo disponible es el dinero en efectivo, el líquido, que la empresa tiene a su disposición, tanto en caja como en la cuenta corriente que tenga en el banco correspondiente.
El activo no corriente, también denominado como activo fijo, está formado por todos los activos de la entidad que no se convierten en líquido -en dinero- a corto plazo, es decir, por un período inferior a 1 año. Así, el activo no corriente está formado por aquellos activos que se convertirán en dinero en períodos de tiempo superior a 1 año, es decir, a largo plazo.
Los activos no corrientes son duraderos y poco líquidos, ya que, como ya se ha apuntado, se necesita un período de tiempo superior a 1 año para convertirlos en dinero efectivo. No obstante, son elementos importantes en cualquier entidad, pues al ser inversiones a largo plazo, suponen recursos que van a impulsar el negocio a largo plazo. Este es el caso del local donde la empresa desarrolla su actividad económica o los ordenadores que usan los trabajadores para desarrollar sus tareas dentro del marco de la actividad empresarial.
Pongamos algún ejemplo de activo no corriente. Son los siguientes:
Geolit, Parque Científico y Tecnológico
Edificio Software DELSOL · 23620
Mengíbar · Jaén
Centralita: 953 22 79 33
Comercial: 953 21 41 00