En contabilidad una contingencia es una incertidumbre, un hecho del futuro sobre el que ignoramos algo: podemos ignorar si se va a producir o no o cuando se va a producir o a qué importes económicos va a afectar.
La contingencia no tiene que ser, necesariamente, la expectativa de un hecho negativo; también puede ser sobre un hecho positivo.
Las contingencias puede afectar a casi cualquier tipo de elemento patrimonial, al activo, al pasivo e, incluso, a la cuenta de resultados.
Nuestro Plan General Contable obliga a informar, en la memoria, de las contingencias de una empresa.
Además, en el caso de que la contingencia consista en un pasivo que, según las normas contables, resulte indeterminado respecto de su valor o de la fecha de cancelación, deberemos dotar una provisión contable que es un asiento contable en el que computamos un gasto contra una cuenta de provisión.
La provisión sólo podrá utilizarse cuando la contingencia esté prevista en una disposición legal, en un contrato o por el cumplimiento de una obligación implícita o tácita.
Las provisiones se dotan justo antes del cierre del ejercicio con cargo, como veremos, a cuentas de gasto financiero. El valor que se les imputa será la estimación mejor posible de la cantidad necesaria para cancelar o transferir a un tercero la obligación, los ajustes se computarán como cuenta de gasto financiero.
Si el riesgo que representan es de fecha inferior o igual a un año y no produzcan un efecto financiero significativo no es necesario computarlas.
Si se recibe, de un tercero, una compensación en el momento de liquidar la deuda no se computará como minoración de importe de dicha deuda; se podrá reconocer el nuevo activo consistente en un derecho de cobro si es seguro que nos lo van a pagar.
El importe de este nuevo activo no podrá ser superior al de la obligación registrada contablemente.
Sólo se tendrá en cuenta en la provisión esta minoración cuando exista un contrato u obligaciones legal que exteriorice parte de ese riesgo y evite la obligación de responder de la empresa.
Las expresamente previstas en nuestro plan contable son:
Cuando se dé exceso de provisión se abonarán en la cuenta (790).
Como hemos dicho al principio, las contingencias se recogen y explican en la memoria, siendo este el único lugar en que aparecen en nuestra contabilidad salvo que puedan ser recogidas contablemente como provisiones.
De manera excepcional, si existe un litigio con un tercero y la información a aportar en la memoria pudiera perjudicar nuestra posición, no se aportará esta información, pero se describirá el litigio y se informará sobre la omisión de información y sus motivos.
A continuación, vamos a ver cómo deben constar en la memoria las provisiones recogidas en contabilidad, las contingencias sobre posibles resultados negativos y las contingencias sobre posibles resultados positivos.
En primer lugar, estas deben estar reconocidas en el balance y, aquí en la memoria, debe darse información sobre:
Debe constar en la memoria:
Hablamos de la posibilidad de una entrada de beneficios a la empresa por activos que no pueden ser reconocidos en el balance, aquí se incluirá en la memoria:
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