El IDH o Índice de Desarrollo Humano es un indicador que se encarga de cuantificar el nivel de desarrollo de los países. Desarrollado por el Programa en Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), tiene con el objetivo estudiar si cada país ofrece las condiciones y el ambiente necesario para que sus ciudadanos tengan unas buenas condiciones de vida.
A la hora de cuantificar este índice, cuyos valores van desde 0 hasta 1, el PNUD distingue a los países en tres grupos diferentes según la puntuación de cada uno de ellos:
Para conseguir esta valoración, el IDH toma tres variables fundamentales dentro del desarrollo de una nación:
La intención de la Organización de las Naciones Unidas es dar visibilidad a las condiciones de vida de todos los países del mundo, para poder reconocer problemas y saber dónde enfocar las ayudas económicas, educativas e institucionales. Para ellos, no solo es importante la economía o el potencial que pueda llegar a tener un país, también es fundamental el aspecto humano y la calidad de vida de los ciudadanos, aspectos que se reflejan perfectamente en el cálculo de este índice.
Podemos considerar la reducción de las desigualdades entre países y continentes como otro de los objetivos clave de este programa, tomándose en cuenta todos aquellos factores que tengan incidencia en la vida diaria y el desarrollo de cada país.
Una vez conocidos los componentes que se tienen en cuenta para su cálculo, hay que recoger los datos correspondientes a cada uno de los factores clave mencionados anteriormente. El PNUD comparte su fuente de datos en su nota metodológica, la cual se compone mayoritariamente de estadísticas propiedad de UNESCO, UNICEF, la OCDE, el Banco Mundial, UNDESA o el FMI.
Una de las críticas habituales que recibe este índice se fundamenta en que no es precisamente fiable, ya que deja fuera muchas situaciones en las que las condiciones de vida de un país pueden verse gravemente afectadas. Se suele afirmar que sus variables son bastante rígidas en el corto plazo ya que, en situaciones bruscas que provoquen graves consecuencias en el PIB per cápita del país y, por ejemplo, la esperanza de vida empiece a caer, el índice no mostraría la realidad en la que se encuentra el país, dado que los datos que utiliza serían prácticamente iguales a los que tenía antes de la recesión.
Otro de los puntos negativos del índice es la escasa cantidad de indicadores que utiliza, ya que se limita a comparar variables que no llegan a ser suficientes para medir realmente la situación de cada nación. El IDH se centra en cantidad (de años de escolarización, de años vividos…) pero no se preocupa por la calidad de esa educación o de lo bien o mal que hayan podido vivir esos años, por lo que no termina de ser un índice completamente fiable para muchas personas.
En el cálculo del IDH para el año 2019, Noruega mantiene el primer puesto en el ranking, con una puntuación de 0,954. Le siguen Suiza en segundo lugar, Irlanda en tercero y Alemania y Hong Kong empatados por el cuarto puesto. España se encuentra en el vigésimo quinto lugar, con una puntuación de 0,893.
La parte superior de la lista está, generalmente, compuesta por países europeos, algunos países asiáticos, Estados Unidos, Nueva Zelanda y Australia. Entrando en el ecuador de la tabla, encuentras algunos países de Europa del Este, así como muchos países asiáticos y latinoamericanos. La parte inferior está integrada por la mayoría de los países africanos, incluyendo también algún país asiático como Pakistán, Afganistán o la India.
Si agrupamos a nivel continental, podemos visualizar las grandes diferencias entre las condiciones de vida de cada uno de los continentes, mostrando una realidad en la que, mayoritariamente, los países africanos y asiáticos presentan unas condiciones de vida bastante malas, mientras que los países europeos cuentan con un elevado índice de desarrollo humano.
El IDH es una buena manera de representar las desigualdades y la situación en la que viven los ciudadanos de cada país, mostrándonos la grave brecha diferencial que existe entre las grandes potencias económicas y los países en vías de desarrollo.
Geolit, Parque Científico y Tecnológico
Edificio Software DELSOL · 23620
Mengíbar · Jaén
Centralita: 953 22 79 33
Comercial: 953 21 41 00