Persona jurídica
Una persona jurídica es una organización que busca cumplir un fin concreto y puede estar constituida por una o más personas físicas que actúan de modo conjunto a través de una única personalidad jurídica, respondiendo de sus acciones como un ente propio.
A esta clase de organizaciones o instituciones también se las denomina persona ficticia o persona moral. Y constituyen una manera legal de trabajar de forma grupal para lograr un objetivo común. Este objetivo puede ser tanto sin ánimo de lucro como mercantil.
Hay que destacar que, cuando se crea una persona jurídica, ésta adquiere tanto deberes como derechos propios. En todos los casos, una persona ficticia necesita tener reconocimiento legal por parte del Estado para poder llevar a cabo su actividad.
¿Por qué razón se constituye una persona jurídica?
Aunque existen distintos motivos por los que llevar a cabo la creación de una personalidad jurídica, el objetivo principal siempre será el deseo de realizar una actividad buscando conseguir un fin concreto y común entre varias personas que se reúnen para trabajar juntas para alcanzarlo.
Como ya se mencionó, el objetivo que se pretende conseguir puede ser tanto de carácter económico y comercial —por ejemplo, una sociedad anónima— como altruista y sin ánimo de lucro —una ONG— en el proceso.
¿Qué requisitos debe cumplir una persona jurídica?
Como puedes suponer, a las personas ficticias —a diferencia de las personas físicas— se les exigen una serie de requisitos indispensables que deben cumplir para ser aceptadas legalmente como una persona ficticia.
Las exigencias que tienen que cumplir son las siguientes:
- Contar con una razón o denominación social.
- Disponer de una sede con domicilio físico donde localizarla a efectos de notificación y de desarrollo de actividad.
- Debe pertenecer a una nacionalidad y contar con la correspondiente vecindad civil.
- También debe poseer su propio patrimonio para llevar a cabo su actividad.
- Capacidad de posesión de bienes, así como responsabilidad a la hora de cumplir con sus obligaciones y derechos.
- Debe contar con órganos internos de gestión y administración de cara a perseguir el objetivo que llevó al nacimiento de la persona moral.
¿Para qué sirve la figura de persona jurídica?
El concepto de persona jurídica se utiliza para evitar que un grupo de personas que colaboran entre sí, actúe como la suma de todas ellas en las relaciones jurídicas o comerciales que puedan producirse. Dicho de una manera más sencilla, lo que se busca al crear una personalidad jurídica es que todas las personas que participen en la actividad actúen bajo un único nombre.
Esta representación única de todo el grupo permite que se puedan llevar a cabo transacciones económicas o legales de manera vinculante con la propia persona jurídica de la que los individuos forman parte.
Para que sea más sencillo de entender, imaginemos que estamos hablando de una empresa. La compañía es una persona jurídica que busca realizar acciones comerciales con las que sacar beneficio económico que repartirá entre trabajadores y gerentes. Esas personas físicas forman parte de la empresa, pero no son la empresa.
Aunque la entidad jurídica solo puede existir si el conjunto de personas se unen para llevar a cabo las actividades necesarias para alcanzar el objetivo en común. En última instancia, es la organización, como persona moral propia, quien responderá de toda la actividad llevada a cabo por sus integrantes.
¿Cómo se regula a las personas jurídicas?
Para garantizar que las personalidades jurídicas se encuentran dentro del marco legal, están contempladas en los artículos del 35 al 39 —también en el art. 28 se mencionan criterios de atribución que deben cumplir las personas ficticias como contar con domicilio propio o nacionalidad— del Código Civil. Dentro de esos artículos, el Código Civil establece qué organizaciones pueden considerarse personas morales y hace distinciones entre diferentes tipos de organización posibles, pero no se limitan sus derechos ni obligaciones en dichos artículos.
De igual manera, el Código Civil establece una serie de exigencias que deben cumplir para ser aceptadas legalmente en su constitución —ya mencionados en un apartado anterior— y el Código Penal permite que una persona moral posea responsabilidad penal de sus acciones.
Distinción entre Derecho Privado y Derecho Público en una persona jurídica
Merece la pena mencionar también que dependiendo del tipo de organización que se trate, se podrá aplicar el Derecho Privado si está formado por personas físicas, y el Derecho Público si la Administración participa —de cualquier forma— dentro de la organización.
Clasificación de las personas jurídicas
A grandes rasgos, existen tres tipos distintos de persona jurídica:
- Sociedades mercantiles con ánimo de lucro.
- Organismos sin ánimo de lucrarse en su actividad.
- Organismos y entidades públicas tanto del propio país como de otras naciones.
Sociedades con ánimo de lucro
Su razón de ser es lograr un beneficio económico a través de su actividad comercial.
Por ejemplo, una empresa unipersonal es una persona jurídica propia, de la misma manera que lo sería una PYME de 20 trabajadores.
Organismos sin ánimo de lucro
El objetivo de estas organizaciones se encuentra más allá del económico, aunque pueden realizar transacciones comerciales que les permitan seguir llevando a cabo la actividad que persiga el objetivo para el que nacieron.
Por ejemplo, una ONG, una fundación artística o incluso una asociación que defienda una meta común a sus integrantes son organizaciones sin ánimo de lucro que pueden ser aceptadas como personas jurídicas.
Entidades públicas
Son aquellas organizaciones en las que la Administración participa de manera activa. Esto incluye tanto a la Administración General del Estado como a la Administración autonómica de una región. Generalmente, se centra en actividades de carácter altruista o de interés público.
Otra categorización posible: personas jurídicas individuales y colectivas
La última distinción que encontramos en esta figura está en el número de personas que participan activamente en ella.
Como se ha mencionado al inicio, una persona moral puede estar constituida por una única persona. Por lo tanto, pueden existir tanto personas jurídicas de carácter unipersonal como colectivo.
Es importante tener claro también que no todas las agrupaciones son necesariamente una persona jurídica. Por ejemplo, una unidad familiar, una comunidad de propietarios o una propiedad que esté dividida entre dos personas —un piso comprado a partes iguales por una pareja, por ejemplo— no constituye en sí misma una personalidad ficticia propia, sino que se trata como personas físicas, pues no están legalmente aceptadas por el Estado como una personalidad propia.
Causas por las que solicitar la extinción de una persona jurídica
La creación de esta persona ficticia tiene asociadas tres posibles motivos para su extinción legal:
- Por haber conseguido el objetivo que tenía como meta y que fue la razón de creación de la persona jurídica en un primer momento.
- A consecuencia de resultar imposible alcanzar el objetivo deseado dados los medios y recursos de los que se disponen.
- Porque se llegó al límite del plazo de funcionamiento legal que se había establecido al otorgarle la personalidad ficticia a la organización.
Como se puede apreciar, detrás del concepto de persona jurídica o moral se encuentra una gran variedad de posibles organizaciones. Desde las fundaciones sin ánimo de lucro, pasando por pequeñas empresas o grandes corporaciones, todas ellas son personalidades jurídicas que buscan cumplir sus propios objetivos más allá de la influencia que tienen las personas físicas que le dan forma.
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