La retroalimentación posee elementos que se relacionan entre sí, y se establece con el objetivo de eludir la vuelta de una parte de la salida a la entrada, es un término que se usa mucho en el mundo de la comunicación, pues es el proceso que llevan a cabo el emisor y el receptor de un mensaje.
La retroalimentación indica un método de control de sistemas, a través del cual, los resultados derivados de una actividad se reintroducen de nuevo en el sistema con el objetivo de mantener un control y una optimización de su comportamiento.
Por eso, la retroalimentación puede aplicarse a casi todos los procesos que posean mecánicas de ajuste y autorregulación de algún sistema. También podemos encontrarla con el nombre de realimentación, retroacción o feedback.
Además de la comunicación, la retroalimentación también se usa para referirnos a procesos de conducta, empresariales, educativos, etc. Hablar de retroalimentación es hablar de feedback, el cual tiene distintos tipos de ejecución.
La retroalimentación puede ser de dos tipos, en función de las consecuencias que conlleve por el funcionamiento del sistema podrá ser:
El objetivo de los procesos de retroalimentación tanto positiva como negativa reside en el enfoque de mejorar el comportamiento de cualquier sistema, acorde a una serie de patrones y criterios. Por tanto, se trata de un mecanismo que debe aplicarse a procesos de control y ajuste de sistemas.
En función del ámbito y el contexto en que se aplique este concepto, podemos encontrarlo en diferentes áreas:
Vamos a explicar un ejemplo muy claro donde existe retroalimentación.
Para administrar la retroalimentación deben ejecutarse los procesos de control y de mejora. La gerencia dicta unas normas y procedimientos que habrá que seguir para que la productividad de los empleados se optimice.
La gerencia realiza reuniones de forma periódica con las distintas áreas para aumentar las mediciones del desempeño real y hacer comparaciones con el que se desea. Estas áreas retroalimentan a la gerencia en cuanto al desempeño real de los empleados y, con esta información, la gerencia la analizará y tratará de encontrar las causas y efectuar los ajustes necesarios para lograr el desempeño que se desea.
Por lo tanto, la retroalimentación es clave para que esa información llegue a la gerencia y estos puedan estudiar las causas del problema y buscar una solución para llegar al objetivo establecido por la empresa.
En definitiva, la retroalimentación o feedback es el proceso a través del cual se genera una respuesta a la emisión de un mensaje. Puede ser de dos tipos, positiva o negativa dependiendo de las consecuencias del funcionamiento de un sistema. Donde más se usa es en la comunicación, pero también podemos encontrarlo en la educación, en las redes sociales, en los clientes, en el cuerpo humano, entre otros.
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