Cómo llevar la contabilidad de un bar

Si nos dedicamos a la hostelería y tenemos un bar o un restaurante debemos, como no puede ser de otro modo, cumplir las obligaciones fiscales y contables que nos correspondan según esté configurado, como autónomos o como sociedad, llevando la contabilidad que se nos exija y presentando y pagando nuestros impuestos. De todo eso se habla en otros artículos de este mismo sitio. Únicamente señalar que si somos personas físicas el bar puede tributar por módulos o en estimación directa.

Para la gestión tributaria y laboral sería muy conveniente contratar una asesoría externa que nos confeccione los impuestos y declaraciones y mantenga nuestra contabilidad en estado adecuado.

Aquí de lo que vamos a ocuparnos del control económico de ese negocio.

Porque un bar o un restaurante no deja de ser un negocio que montamos para ganar dinero, son muchas horas y mucho trabajo detrás de una barra o atendiendo mesas y está claro que no lo hacemos para no aburrirnos en casa sino para obtener unos resultados que sean, al menos, aceptables.

El control económico del negocio se hace, como en todos los negocios, viendo la diferencia entre gasto e ingresos.

Los ingresos

Los ingresos de un bar aparecerán en su caja registradora, bien en forma de billetes y monedas o como entradas en el banco a través de la TPV.

La obligación que tenemos aquí es emitir la llamada factura simplificada, que es un ticket de caja con los datos de nuestro negocio y de la venta con IVA o IVA incluido.

No existe, en realidad, una obligación legal ni de ningún otro tipo de disponer de una caja registradora moderna o de un programa informático de control de ingresos, pero es muy conveniente tenerlos.

Si existe la obligación de emitir esos tickets o facturas simplificadas y de tener un registro de todas las ventas.

Computarlo todo mediante una moderna caja registradora (que en realidad es un ordenador) nos va a dar información de nuestros ingresos con todo detalle, lo que será fundamental para saber cómo está desarrollándose nuestro negocio.

Los gastos

En cuanto a los gastos, el primer capítulo de gastos que todos pensamos es el de suministros: la compra de la materia prima (alimentos, café, bebidas, etc.) que vamos a tener controlados por los albaranes de entrega cuando nos los traigan al bar y, normalmente a fin de mes, por las facturas que nos cargarán por ellos.

Pero existen muchos más gastos: para empezar los suministros ordinarios (agua, luz, internet, teléfono, comunidad de propietarios o alquiler o hipoteca).

Además deberemos computar los gastos de personal: los salarios si tenemos trabajadores, los gastos por seguros sociales de los trabajadores y del titular o titulares (el recibo de autónomos) y no debemos olvidar el trabajo del titular que, aunque no se haya asignado un salario a sí mismo (que debería), si está trabajando un montón de horas en el bar también debe ser computado como un gasto.

Otro capítulo importante serán los gastos fiscales: si estamos en módulos los que nos toque pagar, si no los gastos por IRPF, los ingresos de IVA que, aunque no sea un gasto en sí mismo, también hay que pagarlo y, por último, otros gastos como los de licencias municipales.