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Cómo hacer un discurso de agradecimiento

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1 de julio de 2019

Vamos a reflexionar aquí sobre cómo hacer un discurso de agradecimiento.

Esto es algo que, algunas veces, vamos a tener que hacer: cuando nos dan un homenaje o un premio, en una boda, cuando estamos presentando un proyecto, etc.

Todo lo que decimos a continuación se puede resumir en el objetivo de exponer ideas claras y bien expresadas y conseguir un discurso estructurado y adecuado al tipo de lugar y público al que nos dirigimos.

El escenario

Si es un discurso de agradecimiento significa que tenemos que hablar en público, vamos a estar en un lugar con otras personas, muchas o pocas, en una situación concreta y determinada, con nuestra familia o con compañeros de trabajo o con clientes y proveedores o con perfectos desconocidos.

Esto significa que no es lo mismo el grado de confianza y la necesidad de mantener ciertas formas o no.

Preparar el discurso

Dependiendo de la situación concreta es posible que tengamos la oportunidad de traer el discurso preparado de casa o que tengamos que improvisar porque nos piden que hablemos.

Sea como sea, debemos estructurar lo que vamos a decir, no podemos improvisar sin más. Si nos pilla de sorpresa el tener que hablar deberemos intentar disponer de, al menos, unos momentos para hacer un esquema y poder realizar una exposición ordenada y comprensible, si no hay más remedio sobre la marcha.

Además de los agradecimientos concretos, de los que hablamos en puntos siguientes, debemos iniciar el discurso con algún tipo de introducción, contando por qué estamos allí o qué logros se han conseguido, por ejemplo.

Aunque debamos preparar lo que vamos a decir y cómo lo vamos a decir, eso no significa que lo escribamos y lo leamos; debemos hablar sin leer papeles o, como mucho si no hay más remedio, llevar un esquema con los titulares más importantes para no dejarnos nada en el tintero, pero nunca leer nuestro discurso.

Para poderlo hacer así lo ideal es, una vez que tengamos clara la estructura y contenido del discurso, ensayar delante de un espejo o de un amigo y colaborador y hacerlo todas las veces que sean necesarias.

A quién queremos agradecer

La primera cosa a tener en cuenta es a quién va dirigido nuestro agradecimiento.

Podemos manifestar estar agradecidos a cosas indeterminadas: a la vida, al público en general, a Dios, a nuestra suerte.

Puede ser un agradecimiento a una persona concreta o a varias.

También puede ser a un equipo de personas o a una empresa: en este caso debemos decidir si enumeramos el nombre de todos y cada uno o no, si nombramos sólo a la cabeza del equipo y, de modo genérico, al resto o no nombramos a ninguna persona concreta. Lo único que no deberíamos hacer es enumerar personas y dejar algunas fuera. Todo depende del tiempo de que dispongamos para hablar.

Por qué mostramos agradecimiento

Una vez que tenemos claro a quién va dirigido nuestro agradecimiento necesitamos decir por qué estamos agradecidos.

Si nos referimos a varias personas individuales y las vamos a enumerar, como hemos dicho en el punto anterior, deberemos indicar alguna circunstancia concreta de cada una de ellas, cuando hacemos la lista podemos poner algún tipo de palabra clave en cada una.

En este caso deberemos ordenar la exposición de las personas por orden de importancia, dejando para el principio o, mejor aún, para el final a las más importantes.

Debemos calcular los tempos, es decir, podemos hablar más de las personas más importantes y menos de las demás, pero tenemos que tener un control suficiente de cuanto hablamos de cada una y no explayarnos demasiado en las primeras que mencionemos y que luego no nos dé tiempo a hablar de las demás.