Asesoría financiera ¿Por qué es necesaria?

Contar con una asesoría financiera adecuada, permite que tanto empresas como personas físicas puedan sacar un mejor provecho de su dinero. Después de todo, independientemente de que se trate de una familia, o una empresa, los problemas financieros suelen ser exactamente los mismos.

Falta de objetivos definidos, gastos innecesarios que pueden evitarse, o invertir de manera apropiada dinero que está ganando poca rentabilidad, son solo algunos de los escenarios más frecuentes que se descubren mediante una asesoría financiera en manos profesionales.

¿Quién lleva a cabo la asesoría financiera y cuáles son los beneficios que supone recurrir a ella?

Este servicio de asesoría económica se lleva a cabo mediante profesionales expertos llamados asesores financieros. Quienes, gracias a sus conocimientos expertos y su perspectiva neutral de la situación de las finanzas de la empresa o la persona, pueden trazar un plan de acción que sea beneficioso para los intereses económicos a largo plazo de la misma.

¿Qué objetivos busca cumplir una asesoría financiera?

En pocas palabras, el objetivo final es conseguir sacar la mayor rentabilidad posible del dinero disponible, ya sea a través de eliminar gastos o invirtiendo estratégicamente el dinero existente. Dentro de los objetivos habituales de una asesoría financiera estándar, están los siguientes:

• Conocer el estado real de la situación financiera desde la que se empieza a trabajar.
• Definir claramente unos objetivos financieros que alcanzar.
• Crear un plan de acción teniendo en cuenta el contexto financiero y personal en el que se encuentra la empresa o la familia asesorada para adaptarlo de manera realista.
• Realizar tareas de seguimiento y control de los pasos marcados en el plan de acción previo.
• Una vez alcanzados los objetivos iniciales, reevaluar la situación y plantear un nuevo plan a seguir según las metas empresariales o personales.

¿En qué casos es buena idea recurrir a una asesoría financiera si no soy una empresa?

Puede que lo anterior te suene demasiado empresarial. Pero recuerda que cualquier persona puede sacar provecho de los consejos de un profesional de las finanzas, incluso si no tiene una empresa que la necesite.

Para cualquier tema relacionado con la economía del hogar o familiar, un asesor financiero será un pilar fundamental para que todo vaya sin ninguna sorpresa.

Por ejemplo, en los siguientes escenarios una persona se puede beneficiar de contar con asesoramiento financiero profesional:

• Crear una reserva financiera para tener un extra llegada la jubilación en caso de que, cosa probable, la pensión pública sea baja.
• Personas que han ganado un premio de lotería y quieren administrar su dinero con inteligencia en lugar de malgastarlo.
• Aquellas personas que han recibido una herencia.
• Proteger tus bienes en caso de acuerdo matrimonial o divorcio.
• Querer crear un fondo para la universidad de un hijo pequeño.
• Aumentar los ahorros disponibles para así contar con un colchón económico ante cualquier eventualidad.

En definitiva, cualquier persona preocupada por su futuro financiero, tiene en los servicios de asesoría financiera un aliado que le cuidará y aconsejará con mucha experiencia real.

Si las empresas recurren a ellos porque son muy beneficiosos para ellas, lo mismo sucede con las personas y las familias.

¿Qué requisitos debe reunir una asesoría financiera de calidad?

Cuando hablamos de finanzas e inversión, especialmente a nivel empresarial y de inversiones de cuantía considerable, es muy importante saber la capacitación que tiene la persona en quien depositemos nuestra confianza en su opinión y nos sirva de asesoría financiera externa.

Si bien cuando estamos tratando la economía familiar con unos ingresos bajos o medios, puede que a un experto en finanzas de perfil estándar sea suficiente.

Es decir, un profesional que cuente con un ciclo de formación superior como un técnico en Administración y finanzas o un título universitario de Administración de Empresas sea suficiente para gestionar el patrimonio personal de una familia media a la perfección y ayude a sanear sus finanzas correctamente.

Pero si hablamos de una empresa o una persona con un capital importante que invertir, la necesidad de que ese asesor financiero cuente con una titulación certificada será vital para proteger las finanzas de una empresa. Especialmente si la asesoría recomienda invertir el capital disponible en la bolsa de valores u otras inversiones que supongan un riesgo considerable.

En España, un servicio de asesoría financiera es aconsejable que, cuando hablamos de empresas, se elija un experto certificado o con titulación universitaria oficial. De manera general, los másteres de la rama financiera suelen estar muy presentes en este tipo de asesoramiento.

Todas las asesorías financieras de gran tamaño, deben cumplir con la directiva MiFID, que garantiza la transparencia y la protección de las inversiones realizadas por asesores para garantizar las buenas prácticas con el dinero de sus clientes.

Estos expertos que siguen las directivas MiFID cumplen los criterios marcados por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y que se considera que tienen los conocimientos adecuados para hacer una asesoría financiera a cualquier empresa de gran tamaño, y por consiguiente también de menor envergadura.

Algunos de los títulos que permiten realizar una asesoría financiera:

• Experto en Asesor Financiero Europeo
• Certificado Internacional de Gestión Patrimonial Avanzada
• Certificado Internacional de Gestión de Patrimonio e Inversiones
• Certificado de Especialista en Banca y Asesoramiento Financiero
• Máster Universitario en Asesoramiento y Planificación Financiera
• Máster en Finanzas
• Diploma de Asesoramiento Financiero y Gestión Patrimonial
• Diploma de Asesor Financiero Europeo
• Diploma de Profesional Financiero
• Diploma de Postgrado en Asesoramiento Financiero

Si quieres conocer todos los títulos que habilitan a ejercer de asesor financiero, desde aquí puedes encontrar la lista con todas las titulaciones existentes.