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Cómo hacer un curriculum sin experiencia

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17 de septiembre de 2019

Si estamos buscando nuestro primer empleo y, por ello, no tenemos ninguna experiencia laboral el Curriculum Vitae sigue siendo algo muy importante para presentar en los trabajos a los que queramos postularnos.

Sería un error intentar engordar el curriculum poniendo información de absolutamente todo lo que hemos hecho a lo largo de nuestra vida, es un curriculum no un libro de memorias.

Debemos confeccionar un documento que demuestre seriedad, solvencia y una actitud proactiva y eso debe verse en la forma y en el contenido.

No debemos obsesionarnos con su extensión, la información que debe contener es la que es y si ocupa poco espacio no pasa nada, mejor eso que incluir datos innecesarios y que no dejen ver las cosas buenas e importantes que sí debemos mostrar en el documento.

Desde luego es bueno acompañar una buena fotografía.

Existen formularios muy buenos de curriculum en Internet, aquí proponemos el formato europeo que podemos encontrar en el sitio web de Europass.

Cada currículum que presentemos debe hacerse de manera adaptada al puesto que pretendemos por lo que si buscamos en un sector determinado incidiremos más en los datos que sean relevantes para ese sector y no en otro.

La actitud

Antes de comenzar a ver los diferentes apartados del currículum queremos dedicar este apartado a qué imagen queremos proyectar.

Lo primero a tener en cuenta es que la persona que recibe el curriculum está haciendo una criba, es decir, con ese documento va a decidir a quién llama y a quién no para realizar una entrevista personal o algún otro tipo de prueba psicotécnica o de otra naturaleza para continuar el proceso de selección.

Lo primero que tenemos que conseguir es no dar la sensación de que estamos desesperados por conseguir un empleo, no buscamos lo que sea y como sea, estamos solicitando un puesto de trabajo (junior) para el que tenemos la preparación académica necesaria y las condiciones personales más adecuadas y, si nos seleccionan, estamos seguros de que la empresa va a tener un trabajador estupendo que le aporte valor.

Como ya hemos dicho, tanto en la forma como en el contenido nuestro curriculum debe transmitir esa actitud proactiva y diligente.

La información debe aportarse de manera sucinta y breve, no se trata de ocupar espacio por ocuparlo; lo que vamos a ver a continuación es qué datos aportar y cuáles no.

Formación académica

Si no tenemos experiencia laboral este primer apartado, donde incluimos información sobre nuestros estudios y prácticas laborales, va a ser el más importante.

Pero esto no quiere decir que debamos incluir aquí absolutamente todos los estudios que hemos hecho.

Si somos licenciados universitarios y hemos terminado un máster, por ejemplo, no tendría ningún sentido que informemos de que tenemos estudios de primaria y bachillerato o si tenemos un ciclo superior de formación profesional tampoco es necesario que expongamos nuestros títulos previos.

En cuanto a los cursos o actividades formativas complementarias a nuestra titulación académica principal incluiremos sólo las que sean relevantes para el trabajo que estamos solicitando, por ejemplo, si somos electricistas y ese es el tipo de trabajo que solicitamos no tendría ningún sentido que incluyamos que hemos hecho un curso de pilates porque no aporta nada.

Lo mismo sucede con las prácticas, trabajos y demás actividades paralelas a la formación, deberemos ver las que aportan algo útil al currículum e incluir solo esas.

Además son importantes los idiomas que si deben incluirse en todo caso con el nivel que tengamos en cada uno, sobre todo el Inglés.

Lo mismo sucede con nuestras competencias en Internet, programación, posicionamiento SEO, redes sociales y similar, deberemos incluir información siempre que sea útil y relevante.

Otras experiencias laborales

Cosa distinta es si hemos realizado otro tipo de trabajos, continuos u ocasionales, que no tienen nada que ver con el que estamos buscando.

Yo aquí opino que sí se deben incluir este tipo de experiencias porque demuestran una actitud proactiva del candidato y que tiene ganas de trabajar.

Me refiero a cosas como si estamos buscando ese trabajo de electricista del que hablábamos en el punto anterior y, en el pasado, hemos estado, por ejemplo, de dependientes en una tienda por un periodo de más ventas (en navidad por ejemplo), una cosa no tiene nada que ver con la otra pero le está diciendo al que ve el curriculum que somos personas que nos movemos y que estamos haciendo cosas.

Lo mismo sucede con experiencias que no sean laborales pero si de voluntariado como cuidar ancianos o colaborar con un banco de alimentos.

Aficiones y otras actividades extracurriculares

Hay personas que opinan que no se debe incluir en el currículum las aficiones, deportes y demás formas de ocupar nuestro tiempo que no tengan que ver con la actividad profesional.

Yo no estoy de acuerdo, no se trata, como hemos dicho antes, de hacer una biografía completa pero si tenemos aficiones que tengan cierto empaque, cierta buena imagen, no está de más incluirlas de manera sucinta, porque dicen algo de cómo somos y de nuestra sensibilidad e intereses como personas.

Por ejemplo si somos aficionados a la ópera, o tocamos un instrumento musical, o montamos a caballo o sabemos mucho de cine o colaboramos con un centro de cuidado de perros abandonados o muchas otras cosas que indiquen quienes somos y qué cosas nos interesan además del trabajo.

Repetimos, aquí hay que mencionar este tipo de cosas, siempre que puedan ser presentables, pero no extendernos en ellas, sólo mencionarlas.