Arrendamiento
El arrendamiento es el acto por el cual una persona otorga a otra el derecho de disponer de una propiedad para uso personal o comercial a cambio de un monto determinado de dinero. Este hecho se formaliza en un contrato de arrendamiento, el cual recoge las condiciones de uso del inmueble, el plazo de duración del arrendamiento y la suma acordada en concepto de pago.
Definición del término
Al tratarse de un acuerdo privado, ya sea entre personas físicas, jurídicas o ambas, el arrendamiento es un instrumento legal que cede el uso y disfrute de un bien de manera legítima a un tercero. Este último entonces adquiere ciertos derechos sobre la propiedad por el transcurso estipulado en el acuerdo.
El acuerdo en cuestión puede ser formal o informal, pero en ambos casos se encuentra contemplado en el Código Civil y supone ciertas obligaciones para los involucrados. En el caso de un arrendamiento formal mediante la firma de un contrato, este no puede contradecir los requerimientos legales vigentes, sin importar las voluntades de las partes.
En cuanto a las partes que realizan el acuerdo, estas adoptan las denominaciones arrendador y arrendatario respectivamente: en el primer caso, para quien ofrece el bien y, en el segundo, para quien lo alquila y paga su renta.
El arrendamiento puede responder a distintas características según el fin y uso declarado por el arrendatario; si se trata de un contrato de alquiler para la vivienda, sus responsabilidades para con el inmueble serán distintas que en el caso de un contrato de uso comercial (esto puede incluir la contratación de seguros o la puesta en valor del inmueble una vez concluida la duración del contrato).
Características del arrendamiento
Como hemos mencionado, el arrendamiento suele formalizarse a través de una relación contractual mediante la cual se concede el uso de un bien a cambio de una renta. En este se definen las cuestiones asociadas con las condiciones de pago, el monto que corresponde, los derechos y obligaciones de las partes en función de la Ley vigente, y otras condiciones referentes al tipo de uso previsto para el inmueble.
Como tal, el contrato de arrendamiento tiene las siguientes características:
- Es consensual en tanto depende del consentimiento expreso de las partes.
- Es oneroso en tanto ambas partes adquieren ciertas obligaciones económicas la una respecto a la otra.
- Es bilateral en tanto conlleva derechos y obligaciones legales.
La contraprestación económica correspondiente suele realizarse de manera mensual en una fecha definida, y cualquier retraso en el pago o los recargos y penalidades que deriven de ello constaran en el contrato de arrendamiento. Del mismo modo, este monto puede aumentar en función de indicadores económicos como la inflación. Por otro lado, la contraprestación confiere el derecho al arrendatario de exigir que el bien sea debidamente mantenido por el arrendador (salvo que se perciban usos ilegítimos o desgastes por el paso de tiempo).
Entre los requerimientos económicos que pueden surgir para efectivamente formalizar un contrato de arrendamiento puede encontrarse la solicitud de un depósito de garantía que cubra eventuales daños a la propiedad. Dicho depósito suele corresponder a un mes de alquiler y debe ser devuelto por el arrendador al finalizar el contrato si este no encuentra motivos para utilizarlo.
Bajos ciertas circunstancias, el contrato puede acabar antes de cumplido el plazo estipulado. En estos casos, no deben percibirse deudas, compensaciones materiales y se devolverá cualquier monto entregado por el arrendatario en concepto de garantía. Este último, de concluir el plazo del contrato de manera natural, podrá exigir la renovación de este.
Tipos de contrato de arrendamiento de un inmueble
Los contratos de arrendamiento se clasifican según el tipo de uso que se tenga previsto para el bien inmueble. Por lo tanto, existen cuatro tipos:
Vivienda y residencia habitual
Este es el caso más habitual, en el cual, como su nombre lo indica, la propiedad será destinada para vivienda habitual y por lo tanto el arrendatario se compromete a no subarrendar el bien ni a utilizarlo para una actividad comercial.
Utilización comercial
En este caso, el arrendamiento se produce con el objetivo de disponer de un espacio comercial específico; esto supone una serie de habilitaciones, seguros comerciales, contra incendios y por daños a terceros.
Por temporada
Se trata de un contrato que se produce por un periodo de tiempo significativamente menor que en los casos anteriores. Normalmente, este oscila entre semanas y meses y la renta percibida suele ser mayor.
Para uso turístico
Su duración es todavía menor que en el caso anterior, y suele venir acompañado por amenidades tales como servicios de limpieza, lavandería, guía turística, trasporte, etc.
El arrendamiento es un tipo de acuerdo entre dos partes en el que un arrendador presta un bien inmueble a un arrendatario a cambio de una renta. Dicho acuerdo se formaliza en la mayoría de los casos mediante un contrato que determina las condiciones de utilización de la propiedad, su duración y las obligaciones y derechos que corresponden a cada una de las partes.
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