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Balance

por Software DELSOL

Como muchos de los conceptos relacionados con la economía o la contabilidad, el balance es desconocido para muchas personas y para otras solo será algo de lo que han oído hablar, pero cuyo funcionamiento desconocen. Vamos a hablar de qué es y para qué sirve un balance.  

Qué es un balance 

El balance es un estado financiero mediante el que se muestra la situación económica y financiera de una empresa en un momento determinado. En él se encuentran reflejados, como si de una fotografía se tratara, todos los bienes, derechos y obligaciones de una empresa. 

Para qué sirve un balance

La contabilidad sirve para registrar todos los movimientos de los ingresos y gastos de una empresa con el fin de poder analizar la situación de esta y sus problemas financieros.

El balance es similar a una fotografía, pues ayuda a ver la situación de una empresa en un momento concreto. En especial, el balance sirve para:

  1. Proporcionar información sobre los activos y pasivos de una empresa. 
  2. Muestra la posibilidad de convertir los activos en dinero a corto plazo. Es decir, analiza la liquidez de los activos con los que cuenta la empresa. 
  3. Analiza la tipología de los pasivos observando las deudas y sus periodos de vencimiento. 
  4. Permite realizar una valoración global de la situación de la empresa, mediante la valoración de activos y pasivos y las posibilidades de hacer frente a las obligaciones a corto plazo con el activo circulante disponible. 

Por tanto, la utilización del balance es de suma importancia, ya que es una herramienta muy útil para el análisis de las finanzas y la observancia e intervención contable.   

Composición del balance 

El balance tiene tres partes fundamentales y a partir de esta división básica, podemos subdividir y obtener la estructura de la que se compone el balance. Esta es la siguiente:

  1. Activo. Se compone de los bienes y derechos que tiene la empresa. 
    1. Activo no corriente. Son inversiones en bienes o derechos con finalidad de permanencia en la empresa durante más de un año. 
      1. Inmovilizado material. Elementos tangibles de la empresa que no tienen como objetivo la venta. Por ejemplo: un local o la maquinaria. 
      2. Inmovilizado inmaterial. Son elementos no corpóreos cuyo fin no es la venta. Como ejemplo podríamos decir un programa informático.
      3. Inmovilizado financiero. Productos financieros a largo plazo con el fin de obtener rentabilidad. Por ejemplo, acciones o letras del tesoro. 
    2. Activo corriente. Son los productos de los que dispone la empresa y cuyo fin es ponerlos a la venta en el corto plazo. 
      1. Existencias. En este apartado se incluyen las mercaderías, materias primas y cualquier otro material que se encuentre en producción. 
      2. Deudores comerciales. Constituye un activo realizable, ya que puede ser convertido en dinero a corto plazo. Está compuesto por los clientes y deudores cuya deuda vence en menos de un año. 
      3. Inversiones financieras a corto plazo. Se incluyen las inversiones e imposiciones a corto plazo, así como los créditos. También constituye un activo realizable. 
      4. Efectivo. Es el activo disponible, ya que es el más líquido de los bienes que puede tener una empresa. Aquí se encuentra el dinero depositado en cuentas corrientes y también en caja. 
  2. Pasivo. Contiene las deudas y obligaciones que ha contraído. 
    1. Pasivo no corriente. Son deudas contraídas con entidades de créditos o proveedores cuyo plazo de devolución previsto es superior a un año. Con este pasivo se financian las inversiones incluidas en el activo no corriente. 
    2. Pasivo corriente. En él están incluidas las deudas inferiores a un año con entidades de crédito, proveedores o acreedores. Estas obligaciones sirven para hacer frente a la actividad diaria, financiando la compra de materia prima o mercaderías. 
  3. Patrimonio Neto. Está compuesto por las aportaciones de los socios y las reservas de años anteriores. 

Esta estructura se cumple siempre y sirve para analizar de un solo vistazo la economía y finanzas de una empresa concreta. Además, la estructura permite comprobar que el activo es igual al pasivo más el patrimonio neto, cumpliendo con los principios contables y cuadrando todas las cuantías. 

Características del balance

El balance tiene tres características básicas que siempre se dan:

  1. Está hecho a una fecha determinada. Como decíamos antes es como una fotografía de un momento concreto de una empresa.
  2. Toda financiación tiene una inversión. Es decir, las deudas contraídas tienen como contraposición un activo.
  3. El activo es igual al pasivo más el patrimonio neto. Es uno de los principios contables básicos. 

Tipos de balances

Existen tres tipos de balances que se usan de forma habitual en contabilidad:

  1. Balance de comprobación de sumas y saldos. Suele realizarse mensualmente para comprobar si se han contabilizado de forma correcta las transacciones.
  2. Balance general. Se lleva a cabo justo antes del cierre contable para comprobar que los asientos de regularización son correctos.
  3. Balance de situación. Se utiliza para ver la situación de la empresa en un momento determinado.

Como hemos visto, el balance es una herramienta muy utilizada para analizar las finanzas de la empresa y comprobar las posibilidades de hacer frente a las obligaciones a corto plazo con el activo corriente.

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