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Hipoteca para segunda vivienda: ¿Pedir una nueva o ampliar la anterior?

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14 de octubre de 2021

Tener en propiedad más de una casa es algo cada vez más común, porque son muchos los que no quieren renunciar a tener un lugar para pasar las vacaciones o disfrutar en el futuro de la jubilación, o porque puede ser una buena oportunidad de inversión. Pero, cuando llega el momento de pagar, surgen las dudas. ¿Qué es mejor, pedir una hipoteca para una segunda vivienda o ampliar el préstamo hipotecario con el que se está pagando la vivienda habitual?

Aunque los trámites en ambos casos pueden llegar a ser muy similares, ya sabes que lo que hará el banco será comprobar tu solvencia y asegurarse de que tus ingresos son suficientes para poder devolverle el dinero que te va a prestar, existe una gran diferencia de gastos entre una operación y otra.

Pedir una hipoteca para segunda vivienda

Debes tener en cuenta que los requisitos que te va a exigir el banco van a ser algo más exigentes que cuando pides un préstamo hipotecario para comprar la que será tu vivienda habitual. ¿Por qué? Sencillamente porque una segunda casa suele ser más bien un “capricho”, y el banco sabe que si llegas a tener problemas económicos dejarás de pagar antes el préstamo de esa casa que el de tu vivienda principal.

Un dato a tener en cuenta es que en este caso te será imposible obtener una hipoteca al 100 % de financiación. De hecho, tratándose de una segunda hipoteca tampoco te van a conceder el 80 % del valor de tasación. En muchos casos lo que te ofrece el banco es, como mucho, el 60 % del valor de tasación. Esto implica que tienes que tener bastante dinero ahorrado para comprar esa segunda casa.

Otro dato a valorar es que el plazo de amortización es más corto, llegando como máximo a 20 o 25 años. Además, es normal que los intereses aplicados a este tipo de préstamos sean más altos que en una hipoteca tradicional.

Ampliar la hipoteca para comprar una segunda vivienda

La otra opción de financiación es pedir una ampliación del préstamo hipotecario que se obtuvo en su momento para pagar la vivienda habitual, y utilizar ese dinero para pagar el precio que pide el vendedor de la que será la segunda residencia.

Las opciones disponibles son dos. La primera es ampliar el capital pero no el plazo de pago. Esto implica que tus cuotas mensuales subirán de forma muy notable, pero en el mismo tiempo en que tenías pensado tener pagada tu vivienda habitual tendrás pagados dos inmuebles.

La otra alternativa, la más habitual, es ampliar el capital y también el plazo de pago. Con esta opción tus cuotas mensuales serán más bajas, pero tardarás más tiempo en terminar de pagar tu préstamo hipotecario, lo que también equivale a pagar más intereses.

¿Qué opción es mejor, pedir una nueva hipoteca o solicitar una ampliación?

Todo depende de tus circunstancias económicas. Pero, en términos generales, lo más sencillo y lo más beneficioso es pedir una ampliación de la hipoteca.

En primer lugar, los gastos de ampliación del préstamo hipotecario suelen ser más bajos que los gastos de contratar una nueva hipoteca y, por otro lado, al hacer la novación y ampliar el capital y/o el tiempo de tu préstamo actual es posible que puedas mantener las condiciones que tiene ahora mismo tu hipoteca, lo que te ayudará a ahorrar y te evitará perder el tiempo negociando con el banco.

¿Cómo acceder a financiación para comprar una segunda vivienda?

Uno de los factores que más le interesan a la entidad bancaria es tu capacidad de ahorro. Si no tienes ahorros, o no vas a destinar una parte de los mismos a la compra del segundo inmueble, es más que probable que el banco tenga dudas de ti.

Sea cual sea el método de financiación que vayas a usar, es más que recomendable que tengas ahorrada una cantidad que suponga un porcentaje importante del precio de compra de tu nuevo inmueble, como mínimo entre un 30 % y un 40 %.

Por otro lado, el banco va a revisar tu solvencia, y lo hará todavía más a fondo que cuando pides un préstamo hipotecario para adquirir tu vivienda habitual. Si no tienes un trabajo estable, unos ingresos más o menos altos y un nivel de endeudamiento aceptable, es posible que te deniegue el préstamo aunque tengas bastante dinero ahorrado.

Por supuesto, si tienes alguna cuota pendiente de pago de tu hipoteca actual, entonces será del todo imposible que el banco te conceda un nuevo préstamo o amplíe el que tienes contratado actualmente.

Tener una segunda vivienda es el sueño de muchas personas, pero no está al alcance de todo el mundo. Si no dispones del dinero y tienes que pedir una hipoteca para segunda vivienda, valora previamente tu situación económica desde un punto de vista objetivo y, si ves que te lo puedes permitir, haz tus propios cálculos para ver si te conviene más ampliar tu hipoteca actual o si es mejor que pidas una nueva.