La bolsa de valores es un mercado donde, como veremos aquí, se compran y venden títulos sobre empresas: sus acciones pero también sus derivados: obligaciones emitidas por ellas y otros como los cupones que son derechos de adquisición preferente o de otra naturaleza.
Por un lado los inversores, personas que tienen una cantidad de dinero disponible, pueden acudir a este mercado para adquirir estas acciones de empresas, normalmente con el fin de obtener con ello unos beneficios económicos (una rentabilidad) que va a proceder:
Esta rentabilidad a la que aspiran los inversores puede ocurrir o no, es decir, la inversión que hacen puede salir bien o mal, mejor o peor; es posible que la empresa de la que poseen acciones no reparta beneficios porque no los tenga y también puede ocurrir que, cuando vendan las acciones que habían comprado, lo hagan a un precio menor del que habían invertido en ellas teniendo pérdidas en tal venta.
Por lo tanto, el comprar acciones en la bolsa supone siempre asumir un determinado riesgo de que la inversión salga mal.
Este riesgo depende mucho de en qué empresas realicemos la inversión y cuando lo hagamos: hay empresas que son muy tranquilas, que siguen su marcha bien gestionada repartiendo normalmente beneficios normales y que no sufren, salvo momentos excepcionales, muchas variaciones en su precio.
Otras empresas son títulos más especulativos, y la cotización de sus acciones sufre subidas y bajadas muy frecuentes y de mucho alcance; en estas el riesgo es mucho mayor pero también es mayor la cantidad de beneficios que pueden llegar a dar.
De todo lo dicho hasta aquí podemos deducir que, para invertir en la bolsa, el ahorrador debería tener un conocimiento de dicho mercado para saber, de manera suficiente, qué riesgos está asumiendo y a cambio de qué expectativas está asumiendo esos riesgos; estas capacidades no las solemos tener la mayoría de los mortales por lo que, si queremos invertir, deberemos contar con un asesor experto o bien hacerlo a través de un fondo de inversión.
Los fondos de inversión, también llamados Instituciones de Inversión Colectiva (IIC) son patrimonios, sin personalidad jurídica propia, que se forman de las aportaciones de ahorradores que quieren invertir y que están gestionados por profesionales que toman las decisiones sobre cómo hacerlo.
Los ahorradores que realizan aportaciones al fondo tienen participaciones en el mismo y van a recibir una rentabilidad o unas pérdidas (si las inversiones no son afortunadas) del resultado de las inversiones.
Estos fondos, que suelen ser promovidos y gestionados por entidades bancarias o empresas de intermediación en bolsa, tienen, cada uno, sus características y podemos elegir el tipo de fondo y, más en concreto, el tipo de inversiones a realizar, delimitando además su ámbito geográfico (si invertirán solo en España o también en otros mercados) el tipo de inversiones (renta fija o renta variable) y cosas así.
Junto a todo lo dicho existen, además, otro tipo de inversores que suelen ser, también, patrimonios sin personalidad jurídica: nos referimos, sobre todo, a los fondos de pensiones y a las mutualidades de todo tipo.
A la bolsa también acuden las empresas que ofrecen públicamente sus acciones o derivados en ella.
Cuando alguien emprende un negocio y funda una empresa o cuando amplía su negocio y necesita para ello un capital adicional, puede hacerlo exclusivamente con su propio patrimonio (mucho o poco) o hacerlo en conjunto con otras personas que conoce y que unen recursos patrimoniales de todos para aportar capital al nuevo negocio.
También puede contar con financiación ajena a través de préstamos, créditos, subvenciones.
Una tercera opción, que es la que aquí nos ocupa, es que la nueva empresa puede buscar inversores haciendo una oferta pública en el mercado, es decir, acudiendo a la bolsa para que el público (los inversores que hemos visto en el punto anterior) compren sus acciones y participaciones y se conviertan en socios de la empresa, es lo que llamamos salir a bolsa.
En el momento que la empresa realiza una oferta pública de venta de sus acciones la empresa se hace pública también, no solo sus accionistas sino que todo el que esté interesado puede acceder a la información de la empresa que queda obligada a publicar su información económica.
Esta concurrencia al mercado al fundar la sociedad ofreciendo sus acciones al público está regulada por la Ley de Sociedades de Capital (RD Legislativo 1/2010, de 2 de julio) en sus artículos 41 y ss. donde aparece la obligatoriedad de publicar esta información sobre la empresa mediante un previo programa de fundación, con informes técnicos y demás documentación que se deben depositar en la Comisión Nacional del Mercado de Valores y en el Registro Mercantil, regulándose en esta norma el resto de los pasos a seguir hasta la celebración de una Junta Constituyente en la que concurrirán todos los suscriptores de acciones.
El mercado que hemos dicho que es la bolsa de comercio se desarrolla en dos facetas diferentes:
Dentro del mercado secundario existen tres posibles ámbitos de negociación:
La normativa sobre la Bolsa de Valores de la Directiva 2014/65/UE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 15 de mayo de 2014 de instrumentos financieros (MiFID) que en España ha sido transpuesta por la Ley 47/2007 que actualizó y modificó la redacción actual de la Ley 28/1988, del Mercado de Valores (LMV) y, también, por el Real Decreto 217/2008.
Los fondos de inversión y las demás empresas que prestan servicios de asesoramiento de inversión están reguladas por el RD 217/2008, de 15 de febrero de 2008 y en la Circular de la CNMV 10/2008, de 30 de diciembre de 2008, sobre empresas de asesoramiento financiero.
La supervisión del mercado y su regulación están a cargo de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) organismo público creado por la antes dicha Ley 24/1988, de 28 de julio.
Este organismo participa en ámbitos internacionales como IOSCO (Organización Internacional de Comisiones de Valores), ESMA (Autoridad Europea de Mercados y Valores), FSB (Consejo de Estabilidad Financiera) y el Instituto Iberoamericano del Mercado de Valores.
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