El capital diferido es un seguro de vida a través del cual la persona asegurada recibe el capital en una fecha estipulada en el contrato, siempre y cuando esta siga con vida en ese momento señalado.
En el caso de un capital diferido con prima única, no hay opción por parte de los beneficiarios a recibir el capital, ya que la condición principal trata de que el asegurado debe estar con vida en el momento del cobro. Sin embargo, cuando las primas se dividen en pagos periódicos, hay dos alternativas que pueden ocurrir.
El término capital diferido también se utiliza en las hipotecas. Funciona para aplazar una parte del préstamo principal hacia la parte final del financiamiento, y se utiliza para que el prestatario pague cuotas más reducidas, aunque al final tendrá que devolver la cuantía completa del préstamo recibido.
El contratante tiene libertad para cambiar a los beneficiarios del seguro en el momento que quiera, al igual que el tiempo establecido para el pago de las primas y la forma de cobrarlas. También, tiene la opción de aumentar las coberturas en diferentes situaciones: fallecimiento por accidente, invalidez…
A la hora de cobrar las prestaciones, el asegurado tiene libertad de elección para escoger la manera en la que lo va a hacer, ya sea exclusivamente en capital, en forma de renta o como una combinación entre ambos.
Pese a que es un seguro que carece de valores de rescate, existe la posibilidad de solicitar un préstamo con cargo a la póliza o un anticipo de renta, lo cual permite al asegurado obtener liquidez (si este lo necesita) previa al vencimiento del seguro.
Como se ha dicho anteriormente, los seguros de capital diferido tienen ciertas ventajas, principalmente su alta flexibilidad y liquidez, que los convierten en una opción extremadamente interesante. En el caso de los préstamos hipotecarios, si decidimos aplazar un porcentaje del préstamo, pagaremos cuotas considerablemente menores, pero esa no es la única ventaja de este tipo de seguros. En este caso, al terminar el plazo de amortización, quedaría una cantidad pendiente a abonar (la cual corresponde a lo que hemos ahorrado aplazando una parte), y los bancos suelen acceder a realizar una novación, es decir, crear una nueva hipoteca por el capital pendiente de nuestra última cuota. Teniendo en cuenta que el porcentaje máximo a diferir permitido por ley es de un 40%, el asegurado seguirá pagando una cuota muy reducida, por lo que se podrá permitir afrontar ese pago.
El capital diferido es una opción a tener en cuenta, sobre todo en hipotecas, ya que ofrece al asegurado una serie de ventajas muy interesantes al ser un préstamo flexible y líquido. En el caso de los seguros, la libertad de elección en el cobro de las prestaciones y las diferentes coberturas que ofrecen las aseguradoras son también fundamentales para que este tipo de seguros se tengan muy en cuenta.
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