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Asesor contable, ¿Cuándo contratarlo y cómo elegirlo?

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19 de enero de 2021

Se trate de empresas grandes o pequeñas, de una u otra temática, antiguas o modernas, hay ciertos aspectos que son comunes a todas, y uno de ellos es la contabilidad.

A pesar del pensamiento idílico que puede embargar inicialmente a un pequeño emprendedor, que se imagina viviendo de hacer aquello que le gusta, domina y se le da bien, sea cual sea su campo de especialidad, va a necesitar llevar una contabilidad, así como cumplir con una serie de obligaciones fiscales. En ningún caso, contratar un asesor contable es obligatorio, cabe la posibilidad de que sea el propio autónomo o un socio de la empresa el que se encargue de la contabilidad. No obstante, ha de tenerse en cuenta que quien se ocupe de la contabilidad habrá de ostentar una formación mínima en la materia y que tener la ayuda de un experto puede aportar múltiples beneficios.

¿Por qué contratar un asesor contable?

Especialmente en el caso de un pequeño emprendedor que acaba de empezar, es posible que la idea de afrontar el gasto de contratación de un asesor contable implique cierto rechazo, ya que al inicio los gastos son muchos y los ingresos pocos. Sin embargo, todo emprendedor debe tener en cuenta que en un negocio el tiempo supone dinero.

Así, todo el tiempo que empleemos en ocuparnos de la contabilidad es tiempo que perdemos en ocuparnos de nuestros clientes, en formarnos y aprender cosas nuevas, en observar a la competencia para aprender de ellos y, en suma, en potenciar nuestros puntos fuertes y trabajar en los débiles. Por ello, no debemos ver la contratación de un asesor como un gasto, sino como una inversión.

Además, es altamente probable que, si no dominamos la materia, cometamos errores, lo cual puede suponer que a medio y largo plazo nos resulte más costoso que pagar un asesor.

Por otra parte, un asesor puede simplificar el día a día de un emprendedor, así como otorgarle cierta relajación, factores que influirán directamente en su rendimiento y productividad, lo que redundará en los beneficios de la empresa.

Por último, hemos de tener en cuenta que un buen asesor estará al día de todas las novedades fiscales, por lo que podrá ayudarnos a optimizar nuestra carga fiscal, pero siempre dentro de la legalidad, lo que puede evitarnos algún disgusto posterior.

¿Cuándo contratar un asesor contable?

Incluso aquellas empresas que deciden asumir las tareas contables en primera persona, tendrán que afrontar determinados momentos en los que es muy adecuado contar con el consejo de un experto externo. Estos momentos son:

Inicio del negocio

Es en este momento en el que un asesor podrá aconsejarnos desde la estructura legal más aconsejable, según el tipo y el tamaño de la empresa, hasta los impuestos a los que tendremos que hacer frente.

Presentación anual de impuestos

Aun cuando podamos desenvolvernos con cierta holgura en la presentación trimestral de los impuestos y en la contabilidad propia del día a día, puede ser que la presentación anual de impuestos se nos haga cuesta arriba, supuesto en el que un asesor contable puede ser de gran ayuda.

Inspección de Hacienda

En este supuesto, la gran cantidad de papeleo requerida y las numerosas peticiones de la agencia tributaria provocarán que una ayuda externa nos facilite la tarea y nos ayude a comprender el proceso y, también, que rebaje nuestro nivel de estrés.

Crecimiento de nuestro negocio

Seguramente nos encontraremos en situaciones de inseguridad y continuos imprevistos y cambios constantes, ante los que un asesor contable podrá ayudarnos a retomar el control.

Decisión empresarial importante

Un buen asesor analizará la situación y nos lanzará una recomendación, basándose en sus conocimientos y experiencia. Aunque la decisión final siempre será del empresario, contar con la visión de un experto puede ser de gran ayuda.

¿Cómo elegir un asesor contable?

Desde el momento en el que decidimos contratar un asesor contable, pasamos al siguiente paso, no menos importante, que es decidir a qué asesor contratar.

Hemos de tener en cuenta que dar con el asesor adecuado nos ayudará a ahorrar tiempo y dinero, no obstante, puesto que la labor del asesor es clave para nuestro negocio, es totalmente desaconsejable dejarnos llevar únicamente por el precio del servicio.  

Así, a la hora de valorar las distintas opciones, el primer paso será siempre, asegurarnos de que se trata de un profesional cualificado que cuenta con la formación adecuada. A pesar de que pueda parecer una obviedad, es un aspecto importante ya que no existe una normativa que regule el ejercicio de la asesoría empresarial ni tampoco se exige una titulación específica, por lo que, si no prestamos atención a la cualificación del profesional, podemos encontrarnos sorpresas posteriores.

En segundo lugar, es recomendable buscar referencias, conocer cuáles son sus clientes actuales y cuáles son las opiniones sobre sus servicios. Para esto, es posible utilizar todas las herramientas a nuestro alcance, como los buscadores de internet, foros o redes sociales.

No es recomendable centrarse en un único candidato, debemos recopilar información sobre varios asesores, conocer sus condiciones y su forma de trabajo, y compararlos. En este sentido, es importante tener en cuenta si la forma de trabajo de los asesores se ajusta a la nuestra. La ubicación geográfica será importante si trabajan de forma presencial o nosotros no contamos con la posibilidad de trabajar en red, pero, hoy en día, lo más habitual es que cualquier asesor cuente con un servicio online.

Hemos de informarnos de cómo y cuándo recabará la asesoría la información que precise, asegurándonos de que su método de trabajo nos ocasione el menor trastorno posible.

En resumen, es fundamental tener en cuenta que la elección de un asesor contable será crucial en el devenir de nuestro negocio, por lo que en ningún caso debemos tomarla a la ligera. Asimismo, hemos de valorar si prescindir de esta figura nos saldrá rentable a largo plazo, ya que el tiempo y esfuerzo que habremos de invertir, junto con el riesgo de cometer errores, puede generarnos más gastos que la contratación de un asesor.