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Autofinanciación: ¿En qué consiste? Consejos para conseguirlo

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8 de octubre de 2020

La autofinanciación, también denominada financiación interna, es el conjunto de recursos propios que una empresa invierte en sí misma, sin fuentes de financiación externas.

Se trata de uno de los tipos de financiación más interesantes para cualquier negocio porque supone financiarse sin tomar préstamos o pedir aumentos del capital a los socios, prescindiendo de todo recurso financiero externo.

En qué consiste la autofinanciación

La autofinanciación es el resultado de la creación de recursos financieros por la propia unidad de la empresa. Para un negocio, autofinanciarse consiste en reinvertir los recursos que genera en su propio desarrollo futuro.

De este modo, las inversiones de una empresa no son dependientes de actores externos, como un banco o los socios capitalistas. Una buena estrategia de financiación interna consigue que la empresa pueda expandirse sin necesidad de nuevas rondas de financiación externa, solo como el resultado de su crecimiento natural y sostenible.

En contabilidad, encontraremos la autofinanciación como parte del patrimonio neto porque forma parte de los recursos propios de la empresa que no han estado distribuidos.

Tipos de autofinanciación

Según la finalidad de la autofinanciación, podemos diferenciar dos tipologías distintas de autofinanciación:

  • Autofinanciación de mantenimiento: es aquella autofinanciación que tiene por objetivo mantener la capacidad productiva de una empresa. No contempla una expansión de recursos.
  • Autofinanciación de enriquecimiento: es una autofinanciación que constituye una expansión de los recursos de la empresa. Es la que permite que se pueda invertir nuevamente en el negocio, de modo que se puedan generar mayores beneficios posteriormente.

Por otro lado, también podemos hacer una distinción según la naturaleza de la autofinanciación:

  • Autofinanciación de actividad ordinaria: es la financiación interna generada por la actividad habitual de la empresa; compra y venta de productos, prestación de servicios, entre otros.
  • Autofinanciación de actividad extraordinaria: es la autofinanciación producida por la liquidación de activos, tales como vender una propiedad, por ejemplo.

Formas de autofinanciación de mantenimiento

La autofinanciación de mantenimiento es la autofinanciación resultante de un ahorro ante circunstancias futuras de incertidumbre.

Principalmente, debemos diferenciar dos tipos de autofinanciación de mantenimiento.

Amortizaciones

Las amortizaciones son aquel proceso por el que se calcula y ahorra la depreciación de un activo, generalmente maquinaria y equipos informáticos. Ya sea por el desgaste o el riesgo de avería, cualquier activo material tiene una fecha de caducidad indeterminada, el proceso de amortización permite asumir como coste de producción un desgaste periódico del valor del activo.

Por ejemplo, si el valor de un equipo de ordenadores es de 10 000 euros y se espera que en cinco años deba ser renovado, anualmente se hará una amortización de 2000 euros hasta que el valor contable sea 0.

Con las amortizaciones anuales se genera un fondo de amortización, una cuenta de ahorro que servirá para autofinanciar la renovación de los activos.

Provisiones

El fondo de provisiones es un fondo de ahorro generado con la retención de beneficios no distribuidos. Las provisiones tienen como finalidad prevenir una amenaza que aún no se ha producido, pero que se conoce su existencia.

Si el motivo de la amenaza (crisis económica, caída de ventas, pérdida de valor repentino de un activo, amenaza judicial, etcétera) desaparece, las provisiones son reversibles y serán eliminadas de la contabilidad.

Qué es la autofinanciación de enriquecimiento

La autofinanciación de enriquecimiento es aquella que se fundamenta en los beneficios generados por la actividad económica de la empresa y que no deben cubrir amenazas futuras (provisiones).

Es un tipo de financiación interna que también es denominada autofinanciación de expansión, puesto que permite la expansión de un negocio contribuyendo al desarrollo futuro de sus actividades.

Podemos autofinanciar una empresa de este modo distribuyendo parte de los beneficios en dividendos a los socios e invertir la otra parte en nuevos activos. Contablemente, dispondremos de este tipo de autofinanciación en la partida de reservas, dentro del patrimonio neto.

Autofinanciación VS. Financiación propia

Es importante diferenciar los conceptos de financiación propia y autofinanciación (o financiación interna, que es lo mismo). La primera engloba todos los recursos de financiación que provienen de los recursos de la empresa, incluyendo las ampliaciones de capital de accionistas. Mientras que la autofinanciación solo implica los generados por la actividad de la empresa.

La financiación propia es un marco superior a la autofinanciación. Dicho de otro modo: la autofinanciación forma parte de la financiación propia

Consejos: ¿por qué la autofinanciación?

Entre las ventajas de la financiación interna hay las siguientes:

  • Reducción de costes financieros: conseguir un modelo de autofinanciación que prevenga los riesgos del futuro (de mantenimiento) y permita la expansión de un negocio (de enriquecimiento) comportará una importante de reducción de los gastos de un financiamiento externo. De hecho, este tipo de financiación no tiene ningún coste directo, no deberás pagar intereses ni comisiones.
  • Mayor autonomía: la estructura financiera de tu empresa será más sostenible en el tiempo y será más solvente en situaciones de crisis.
  • Solvencia: con la autofinanciación demuestras a los potenciales inversores o acreedores que el estado de tu negocio es estable y rentable.
  • Mayor facilidad de obtención que recursos externos: con la autofinanciación no necesitas la aprobación de ningún banco para hacer una inversión.

Como podemos ver, la lista de ventajas es larga. La de desventajas es única: potenciales desacuerdos entre socios si algunos de ellos buscan obtener dividendos a corto plazo. Si este no es el caso, la financiación interna es una solución eficiente y sencilla para obtener un crecimiento sostenible, ya sea mediante una autofinanciación de enriquecimiento como una de mantenimiento.