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Qué supone que Google sea una Fintech en Europa

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5 de marzo de 2019

Como veremos en este artículo Google tiene ya todo lo necesario para ser un Fintech en el futuro inmediato, aquí vamos a explicarlo y a analizar sus consecuencias.

Qué es una Fintech

La palabra Fintech viene de la combinación de las palabras inglesas FINance (finanzas) y TECHnology (tecnología).

Un Fintech es un banco que, a diferencia de los bancos tradicionales, no tiene sucursales ni presencia física sino que opera a través de la nube, ofreciendo los mismos productos y servicios que un banco tradicional (o casi) y creando otros servicios, o formas de prestar esos mismos servicios, innovadores a través de la tecnología actual, como asesoramientos automatizados para productos financieros, para fondos de inversión, para planes de pensiones, etc. y ofreciendo a sus clientes formas novedosas de control y ahorro de sus fondos como creando presupuestos y cuentas apartadas para no tener el dinero disponible. Además de abaratar costes ya que, al no tener sucursales, pueden ofrecer muchos de sus servicios de manera gratuita.

Con la crisis económica que hemos padecido hace poco y la quiebra de algunas entidades financieras, sobre todo en EEUU, el nacimiento de estas Fintech y su desarrollo inicial ha sido algo más lento de lo que se podría esperar pero, a pesar de ello, ahí están y parece que tienen un futuro muy prometedor.

Una gran ventaja que tienen este tipo de bancos en la Unión Europea es que, gracias a la implementación del Sistema Europeo de Pagos (SEPA) un banco que obtiene licencia en cualquiera de los países de la UE puede operar en todo el territorio de la Unión exactamente igual que los bancos nacionales de ese territorio, ofreciendo los mismos productos y servicios incluidos los de cobros y pagos de todo tipo.

Con estas entidades, además de esos servicios y asesoramiento automáticos por Internet, podemos disponer de los tradicionales como los de financiación (préstamos, créditos, descuentos, hipotecas), los de pago por transferencias, tarjetas (de débito, de crédito, contactless, etc.), ingresar y disponer de dinero a través de cajeros automáticos, etc.

Así ya han aparecido Fintech europeos como el alemán N26 que ya dispone de todos los servicios y nos puede facilitar un IBAN si abrimos una cuenta en él u otras que están todavía implementándose pero ya ofrecen servicios financieros a través de otros operadores como la inglesa Revolut o la española Bnext.

Google como Fintech

Desde hace algunos años Google ya presta determinados servicios de pago a través de Internet y del Smartphone utilizando algún tipo de soporte de otra entidad, como una tarjeta, a través de Google Pay, de manera similar a otras plataformas de pago online como Paypal (que, por cierto, se puede vincular a Google Pay).

Ahora, Google ha obtenido licencia para operar como Fintech en Lituania, país que pertenece a la UE; como tal puede prestar casi todos los servicios que presta normalmente un banco como realizar cobros y pagos por todos los medios, emitir dinero electrónico, tener depósitos de sus clientes que podrán ingresar y retirar dinero y prácticamente todo lo demás con la excepción de que, de momento, no va a poder ofrecer préstamos ni créditos ni hipotecas ni tampoco podrá crear u operar con fondos de inversión de ningún tipo.

Como hemos explicado en el punto anterior, Lituania es un país que pertenece al espacio económico europeo y, por ello, la licencia de Google para estas operaciones es válida en todo el territorio de dicho espacio (toda la UE y algunos países añadidos), por lo que va a poder ofrecer estos productos y servicios aquí en España y en cualquier otro país de Europa sin ningún problema; el único paso que queda es que comience a ofrecerlos.

Posibles problemas

El gran peligro que tiene que Google se convierta en un banco es que esta empresa americana ya es un gigante financiero, que tiene un control de información de millones de usuarios y que, como consecuencia de ésto, tiene una posición para competir con otras Fintech y con otros bancos demasiado potente.

Por otro lado, para el propio cliente de Google como banco, el que un buscador de Internet que ya maneja información abundantísima sobre nosotros tenga, además, nuestra cuenta bancaria podría llegar a ser un problema.

Queremos suponer que las autoridades reguladoras, sobre todo el Banco Central Europeo, los otros bancos emisores del espacio europeo y la Reserva Federal de EEUU, estarán vigilantes de los comportamientos de este Google Bank así como de otros operadores de Internet que puedan seguir este camino para regular y controlar este tipo de competencia y de utilización de datos.