ContactoZona PrivadaPrecios

Hábitos de las personas felices y productivas

cenefa
cenefa
Por haber llegado hasta aquí... 20% de descuento
Hasta el 27 de marzo
Oferta exclusiva para contratos anuales.
No acumulable a otras promociones ni válido para renovaciones.
¡Quiero mi descuento!
Avatar de Software DELSOLSoftware DELSOL
10 de enero de 2022

La felicidad es un concepto que se puede abordar desde muchas ópticas distintas: de hecho, no existe un criterio unificado sobre lo que es la felicidad, puesto que cada persona tiene su propia idea. No obstante, está comprobado que somos más felices cuando conseguimos ser productivos: por lo tanto, analizaremos los hábitos que nos pueden ayudar a alcanzar la felicidad (al menos, en esta vertiente).

¿Qué relación existe entre la felicidad y la productividad?

El concepto de productividad suele estar vinculado al mundo laboral en particular, o al de las obligaciones en general: se dice que las personas son productivas cuando son capaces de acometer con éxito muchas tareas en poco tiempo.

En cambio, la felicidad parece un concepto más etéreo y difícil de aterrizar, puesto que está sujeto a una gran componente de subjetividad. Es muy difícil definir la felicidad, ya que cada cual la interpreta según sus propios parámetros u opiniones.

Sin embargo, ambos conceptos tienen en la autorrealización un punto de convergencia: se entiende por autorrealización un estado de satisfacción plena con las propias circunstancias vitales, y también comprende el proceso mediante el cual la persona se descubre a sí misma.

Ser feliz y ser productivo: ¿se alcanzan mediante un entrenamiento?

La productividad se entrena, no se nace con ella

Una persona no es intrínsecamente productiva o improductiva, sino que se convierte en productiva. La productividad no es una cualidad que admita determinismos, improntas genéticas, predisposiciones por estatus socioeconómico y/o creencias: la productividad se entrena, y para ello hace falta imprimir fuerza de voluntad en una serie de hábitos, que conformarán el entrenamiento para ser productivo.

¿La felicidad puede entrenarse?

En un sentido más amplio, la felicidad también puede ser entrenada, siempre y cuando consideremos que las personas elegimos ser felices o no, y no ponemos nuestra felicidad en manos de circunstancias o terceras personas, sino en metas que están a nuestro alcance.

Hábitos para ser productivo (y autorrealizarse)

Rutinas fijas

Intenta fijar una serie de actividades rutinarias en tu día a día: el establecimiento de rutinas libera recursos mentales, y nos permite disponer de más energía para todo lo demás.

Para que te hagas una idea de lo importantes que son, piensa en las personas que padecen el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC): necesitan mantener unas rutinas muy marcadas (hasta un punto, eso sí, patológico) por la seguridad que les da tenerlo todo controlado y ordenado.

Las rutinas no solo dan seguridad, sino que también confieren disciplina: no se puede ser productivo si no se es capaz de mantener cierto rigor a la hora de respetar la programación de las actividades.

Propósitos cotidianos

Intenta crear una misión para cada día: establece al levantarte una serie de metas a alcanzar durante el día (no mañana ni durante la semana, sino hoy), y trata de cumplir todas las que puedas.

Eso sí: las metas diarias que te plantees han de poder acometerse con tus propios recursos, y no en dependencia de terceras personas o circunstancias hipotéticas.

Antes de nada, ordénalas según su prioridad y no te obceques en alcanzar las menos importantes si se te ha agotado el tiempo.

Ejercicio físico

Practicar deporte te ayudará a segregar endorfinas, que te proporcionarán bienestar físico y mental. El cansancio resultante de un ejercicio físico intenso podría restarte productividad, luego no será necesario que realices un entrenamiento "de élite".

Sin embargo, practicar deporte mejorará tanto tu estado de ánimo como tu capacidad de concentración: además, cuanto más ejercicio realices, menos te cansarás después (de nuevo el concepto de entrenamiento).

Alimentación equilibrada

Parece un tópico, pero la realidad es que somos lo que comemos: los alimentos contienen los "ladrillos" con los que se construye nuestro cuerpo. No se trata de evaluar la cantidad, sino la calidad y la variedad de nuestra alimentación.

Cuando cuidamos nuestra alimentación estamos dándole a nuestro cuerpo lo que necesita, y nos introducimos en una espiral de cuidados propios: nuevamente, nuestra concentración y nuestro estado de ánimo nos lo agradecerán.

Relaciones personales

Sin unas relaciones personales de calidad es muy difícil mantener el equilibrio emocional: las buenas conexiones vitales que establezcamos nos ayudarán en nuestro proceso de autorrealización y significarán una necesidad básica cubierta, dejando más espacio a la productividad.

Distribución racional del tiempo

No se es más productivo por trabajar muchas horas: tómate descansos para oxigenar tu mente. Está demostrado que la productividad va decayendo a lo largo del día, así que trata de acometer las tareas más pesadas cuando tu mente se encuentre en su pico de rendimiento.

Estos son solo algunos hábitos para ser más productivo y, por lo tanto, para alcanzar la felicidad a través de la realización personal; la plenitud de la vida se basa en el equilibrio y en la autorrealización, y te acercarás mucho a esta idea si consigues alcanzar buenas cotas de productividad en tu vida diaria.